La justicia de San Rafael  investiga a un escribano y a un mecánico, quienes están involucrados en una sugestiva cesión de propiedades que realizó una mujer internada en terapia intensiva en un estado terminal, que le habría impedido realizar cualquier trámite en forma consciente. 

La mujer falleció el día ocho de octubre de 2024, y luego de enterarse de esas donaciones efectuadas cuando la víctima estaba en terapia intensiva, legítimos herederos hicieron una presentación en la justicia, que ahora está descubriendo una oscura trama en la que el notario y su cliente están gravemente involucrados en una situación de traspaso de propiedades de forma irregular.

La mujer, identifivada como Eleonora Fabre Del Pozzi era hija de un conocido deportista radicado en San Rafael.

Del Pozzi ingresó al hospital Schestakow el 29 de setiembre de 2024 con un fuerte dolor abdominal; en urgencias se entendió que la inflamación y la fiebre reflejaban una infección; pero finalmente se encontraron con un caso irreversible, por más que programaron una intervención quirúrgica.

El día 30 ella ya estaba con respiración asistida y el 31, tras operarla, la derivaron a terapia intensiva. Desde esa fecha habría estado sedada; pero su novio, el mecánico, Aldo Zucca, aduce que el día 1 de octubre ella le realizó actos de donación ante un escribano público. Pero ese día, Eleonora ya estaba en terapia intensiva.

El escribano investigado es Omar Lana San Blas, a quien se lo acusa de falsedad ideológica, redactó que "ante mí", la moribunda había firmado, incluso, unos cero ocho de las transferencias de algunos vehículos horas antes de morir, siempre en terapia intensiva.

Cuentan que el libro del escribano tendría al menos tres folios bastante llamativos con 3 actas para un mismo cero ocho, plagadas de correcciones. La primera tendría una fecha bastante remarcada. La segunda, otro mamarracho y la tercera una "apreciable diferencia entre las rúbricas, que deberá confirmarse con un perito calígrafo".

En efecto, el escribano se constituyó en el hospital. Así, hay actas labradas con una narrativa más que extraña, por ejemplo en algunos párrafos donde el receptor de los gestos de la enferma acepta la presente donación y agradece a la donante su confianza por ser su compañera de vida.

Varios testimonios relatan que era casi imposible que estuviera recibiendo escribanos en su sala.
La jefa de terapia intensiva, la kinesióloga, la jefa de enfermeras, y algunos más declararon desde que llegó al quirófano hasta que se murió, esta "donante" estuvo inconsciente y en coma.

Una empleada del hospital narró que la paciente llegó a UTI derivada del quirófano, y estaba intubada por boca hasta su fallecimiento. Que la mantenía con sedoanalgesias, coma farmacológico. que era imposible que estuviera lúcida, estado general de inconsciencia, sin motricidad en las manos. No tenía forma de expresarse, siempre con los ojos cerrados, sin capacidad de para hablar o moverse.