Lo habían trasladado a una dependencia de Ciudad donde alojan a mujeres y desde ese sitió se escapó
Un sujeto que está acusado por violencia de género y que estaba preso por esa denuncia, consiguió escapar de una comisaría, a donde lo habían llevado porque dijo que se autopercibía mujer.
El sujeto, buscado ahora en forma intensa por la policía, es Fernando Emilio Luquez Monges (31), quien logró escapar de la comisaría Cuarta de Ciudad.
La Inspección General de Seguridad (IGS) abrió un sumario administrativo contra una mujer policía que estaba a cargo de la seguridad del prófugo.
Luquez Monges fue detenido alrededor de las 18 del domingo 12 por personal de la Comisaría 59ª que fue desplazado hacia el barrio Nueva Esperanza, en La Favorita, a raíz de un fuerte altercado protagonizado por una pareja.
En el lugar, los uniformados encontraron a una chica, de 16 años, que presentaba cortes y moretones en el rostro, quien aseguró que esas agresiones se las había efectuado un hombre con quien mantenía una relación sentimental.
Los efectivos consiguieron localizar al sindicado agresor en la plaza Aliar, donde se concretó su aprehensión luego de hacer uso de la fuerza pública, ya que ofreció abundante resistencia.
Luego de la detención, fue trasladado a la Comisaría Sexta. Durante algunos días, Luquez Monges permaneció tras las rejas en esa dependencia, pero en el transcurso de la última semana manifestó a las autoridades que se autopercibe mujer, dando a entender que no debía estar alojado junto a otros hombres.
Frente a eso, desde el Ministerio Público Fiscal ordenaron su traslado hacia la Comisaría Cuarta, que administra las detenciones judiciales de mujeres en el departamento, con personal policial femenino, explicaron fuentes allegadas al caso.
Así las cosas, cerca de las 14.20 del sábado 18, Luquez Monges salió al baño para higienizarse, luego de recibir su ración alimentaria. Seguidamente, fue regresado hacia el sector de los calabozos. Pero, al cabo de algunos instantes, constataron que faltaba en su celda.
Al parecer, el detenido aprovechó un descuido de la mujer policía que se desempeñaba como carcelera en la dependencia y no habría verificado el correcto cierre del candado de la puerta, surge de la información policial.
El escape generó preocupación por un posible nuevo ataque hacia la menor denunciante, por lo que se colocó una consigna policial en la casa de su abuela, con quien estaba quedándose de manera temporal.
Pero eso no es todo, ya que la adolescente se encuentra bajo la tutela de un hogar provincial, dependiente de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, y por estos días debía regresar a ese lugar. Ante esa situación, se solicitó que se tomaran recaudos especiales para proteger la integridad de la chica.