El relevamiento muestra que el 95% de los mendocinos dice conocer la IA, pero solo la mitad siente que entiende mínimamente cómo funciona.
En una entrevista con Menws radio, El Observador Mendoza, el consultor Nicolás González Perdomo presentó los resultados de un estudio que analiza el nivel de conocimiento, uso y percepción social de la inteligencia artificial en la provincia. Según explicó, la irrupción de esta tecnología ocurrió con una velocidad inédita: "La inteligencia artificial se instaló en la vida cotidiana con una fugacidad atípica", afirmó, al describir un proceso que no dio tiempo a una curva de aprendizaje progresiva.
El relevamiento muestra que el 95% de los mendocinos dice conocer la IA, pero sólo la mitad siente que entiende mínimamente cómo funciona. Apenas un 2% se considera realmente capacitado para manejarla con soltura. En cuanto al uso, los datos revelan que solo el 1,85% la utiliza de manera frecuente, mientras que el 37,38% la probó alguna vez. Cerca del 60% no la usa o lo hace muy esporádicamente.
Las razones de esa baja adopción son diversas. Un 45% asegura que no sabe para qué podría servirle o cómo manejarla; un 10% desconfía de sus resultados; y otro 5% directamente admite miedo. "Una parte de la población utiliza la IA sin darse cuenta, sobre todo cuando interactúa con servicios públicos o privados que ya la incorporaron", señaló González Perdomo.
Uno de los capítulos más sensibles del informe se vincula al empleo. El consultor citó proyecciones internacionales para dimensionar la tendencia: "En Estados Unidos se estima que, en los próximos cinco años, el 13% de los puestos de trabajo deberá transformarse debido a la inteligencia artificial". Aunque advirtió que ese impacto tardará más en llegar a la Argentina, sostuvo que el proceso es inevitable.
El uso es más extendido entre los jóvenes, aunque los adultos de entre 45 y 65 años son quienes afirman entender mejor la tecnología. Entre los jubilados se observa una voluntad creciente de aprendizaje, aunque persisten brechas importantes. "Cuanto más se usa la IA, más se toma conciencia de lo mucho que falta por aprender", explicó.
La percepción general sobre el futuro de esta tecnología es mayormente positiva: el 77% cree que tendrá un impacto beneficioso en la vida cotidiana, el 5% considera que su llegada será indiferente y el 20% teme efectos negativos. Aun así, González Perdomo destacó que el escenario predominante es optimista: "Tenemos un mensaje esperanzador respecto de cómo la inteligencia artificial va a irrumpir definitivamente en la sociedad".
El informe también advierte sobre riesgos asociados a su uso intensivo, desde la pérdida de habilidades cognitivas hasta la alteración de procesos de socialización, tomando como referencia las consecuencias ya observadas con el uso excesivo de redes sociales. Por eso, el consultor subrayó la importancia de anticipar el debate regulatorio: "Si la inteligencia artificial pierde de vista al ciudadano, no sirve de nada".
En ese sentido, destacó casos internacionales -como los debates en Europa y Australia sobre el acceso a redes y la protección de menores- y mencionó la necesidad de que la Argentina avance en normativas modernas, tal como propone la reforma del Código Penal en materia de delitos vinculados a contenidos adulterados y desinformación.