En busca de la verdad
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La provincia de Mendoza dio inicio a la temporada de cosecha de cerezas 2025, con las primeras frutas ya disponibles en verdulerías y mercados del país.
La provincia de Mendoza dio inicio a la temporada de cosecha de cerezas 2025, con las primeras frutas ya disponibles en verdulerías y mercados del país. Según explicó Diego Aguilar, presidente de la Cámara de Cerezas y gerente de operaciones de Río Alarcón, el año comenzó con un leve retraso respecto de campañas anteriores, pero con condiciones favorables para la producción.
Aguilar señaló que, si bien este año no se registraron heladas severas, sí hubo vientos zonda durante la floración, lo que afectó el cuaje de la fruta. "Tenemos un poco menos que el año pasado, pero las condiciones generales son buenas", indicó.
El especialista recordó que Mendoza mantiene su liderazgo como principal productora de cerezas de la Argentina, dentro de las cinco provincias productoras del país. "Mendoza sigue siendo la principal productora de cerezas del país, con la mayor superficie cultivada y la ventaja de ofrecer la fruta primicia", afirmó.
Cada año, Mendoza produce entre 5.000 y 7.000 toneladas de cerezas, con un promedio estimado de 6.000. De ese total, un tercio se exporta a mercados internacionales como China y Estados Unidos, mientras que el resto se comercializa en el mercado interno.
El precio inicial para el productor ronda los 10.000 pesos por kilo, aunque esta cotización se mantiene solo durante las dos primeras semanas de la cosecha. Luego, con el aumento de la oferta y la entrada de otras regiones -como la Patagonia Norte y el Valle Medio-, los precios tienden a descender.
"Las primeras cerezas siempre tienen un valor más elevado, porque llegan antes al mercado y son las más buscadas", explicó Aguilar.
El referente comparó la situación argentina con la de Chile, principal exportador del hemisferio sur. Mientras el país vecino espera 600.000 toneladas para esta campaña, Argentina apenas alcanza las 6.000.
"Chile creció de forma exponencial gracias a los tratados de libre comercio con más de 60 países y a una economía más estable", señaló Aguilar. En cambio, Argentina enfrenta altos aranceles de exportación, que alcanzan el 18% para China y cerca del 33% para India, lo que limita la competitividad del sector.
"Toda la utilidad que podría quedar en la cadena productiva se va en los aranceles. Son mercados gigantescos, con miles de millones de consumidores y un gran gusto por esta fruta, pero aún inaccesibles para nosotros", expresó.
La cosecha de cerezas demanda gran cantidad de trabajadores temporarios. En una finca promedio se requieren entre 80 y 90 personas por cada 20 hectáreas, y las empresas más grandes contratan hasta 300 cosechadores.
"Un trabajador levanta alrededor de 200 kilos de fruta por día. Es una tarea artesanal que requiere experiencia y precisión", destacó Aguilar.
El salario diario ronda entre 60.000 y 80.000 pesos, dependiendo del rendimiento, y en algunos casos se paga "al tanto", es decir, a destajo por unidad de trabajo.
Entre los principales desafíos del sector, Aguilar mencionó la necesidad de acuerdos comerciales internacionales, una modernización tecnológica en la producción y la mejora en la calidad de los empaques para sostener la cadena de frío.
"La cereza no se puede almacenar como una manzana. Desde que se cosecha, debe mantenerse a menos de 4 grados hasta el consumo final", explicó.
A pesar de las dificultades, el productor se mostró optimista: "No sé si llegaremos a los volúmenes de Chile, pero vamos a crecer. Hay trabajo, hay calidad y hay potencial. Solo necesitamos reglas claras y apertura de mercados."
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