En busca de la verdad
En busca de la verdad
La tradicional tormenta de fin de agosto se hizo sentir con fuerza en toda la provincia. Lluvias intensas, actividad eléctrica, granizo y hasta nieve marcaron una jornada caótica y peligrosa.
Como cada año, la tormenta de Santa Rosa llegó puntual a su cita con Mendoza. Pero esta vez, no vino sola: trajo consigo una furia climática que barrió gran parte del territorio provincial. Desde la madrugada del sábado, el cielo se tornó gris y comenzó a descargar su arsenal: lluvia intensa, granizo en varios departamentos y nieve en la alta montaña.
El Gran Mendoza fue uno de los epicentros del temporal. Las Heras, Ciudad, Godoy Cruz y Guaymallén registraron precipitaciones moderadas a fuertes, acompañadas de una inquietante actividad eléctrica. Defensa Civil emitió una alerta naranja y pidió extremar precauciones, especialmente en rutas como la 7, donde se reportó caída de granizo pequeño.
El Ministerio de Economía y el Banco Central optaron por las tasas altas y la escasez de pesos en busca de contener la demanda de moneda estadounidense.
En el Este provincial y el Valle de Uco, el granizo se hizo presente desde temprano. Rivadavia, Tunuyán, Tupungato y San Martín fueron algunos de los departamentos más afectados. En zonas rurales de Santa Rosa y Jocolí, las lluvias complicaron aún más la situación, con caminos anegados y visibilidad reducida.
Mientras tanto, en la cordillera, la nieve volvió a pintar de blanco los paisajes de alta montaña, sumando otro ingrediente al cóctel meteorológico que azotó la provincia.
La tormenta de Santa Rosa, que suele marcar el cambio de estación, esta vez lo hizo con una contundencia que dejó huella. Y aunque no se reportaron daños graves, el mensaje fue claro: la naturaleza sigue teniendo la última palabra.
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