Pablo Gonzalo Carrasco, un mendocino experto en ciberseguridad, fue detenido en Venezuela acusado erróneamente por el régimen de Nicolás Maduro de conspirar contra las elecciones presidenciales del 25 de mayo. Según las autoridades venezolanas, Carrasco formaba parte de un "plan conspirativo" y fue arrestado junto a un ciudadano búlgaro y otro español. Sin embargo, se confirmó que su detención fue un error y que ya se encuentra en libertad, esperando abordar un vuelo comercial para regresar a Argentina .

Carrasco había viajado a Venezuela por invitación del banco Microfinanzas para participar en un evento sobre ciberseguridad, donde compartió consejos para proteger datos personales. Su detención se produjo en el contexto de una serie de arrestos de extranjeros, 17 de los cuales fueron detenidos bajo acusaciones similares de sabotaje electoral. El gobierno argentino, encabezado por el presidente Javier Milei, calificó las acusaciones de "complot ridículo" y exigió la liberación inmediata de Carrasco .

En otro caso, el gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo permanece detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre de 2024. Gallo fue arrestado al ingresar al país para visitar a su pareja e hijo, pero el régimen chavista lo acusa de terrorismo y complot. El gobierno argentino ha denunciado su detención como arbitraria e injustificada, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha otorgado medidas cautelares en su favor, exigiendo información sobre su paradero y condiciones de detención .

Estas situaciones han generado tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, con el gobierno argentino exigiendo la liberación de ambos ciudadanos y denunciando el uso de detenciones arbitrarias como una táctica de presión política.