Mendoza Análisis

El riesgo de apagón y los guiños al empresario más influyente de Mendoza

Mendoza vive al límite por los problemas en los servicios básicos. El Sur estuvo a oscuras y se puede repetir. Los gestos hacia José Luis Manzano y datos que hablan de falta de competitividad.

Domingo, 23 de Marzo de 2025

El Sur de Mendoza se apagó por casi 10 horas y la región quedó sin servicios básicos, en oscuridad productiva y con una vida cotidiana que volvió al pasado. Como ocurrió lejos del Gran Mendoza, la repercusión estuvo lejos del impacto real que tuvo el apagón.

A principio de año una tormenta con volúmenes de agua y un alud dejaron fuera de funcionamiento dos centrales hidroeléctricas del complejo Los Nihuiles (a cargo de Pampa Energía); los caminos quedaron inutilizados y no se puede acceder, y la sobredemanda de energía hizo colapsar el sistema de transporte eléctrico, que no tiene capacidad de respuesta. Aunque Mendoza tiene técnicamente un nivel de generación para "autoabastecerse", la infraestructura eléctrica no soporta la propia presión de la demanda en momentos críticos. Por eso el riesgo de apagón existe, sobre todo ante contingencias como las del Sur, en la que falla la generación y hay problemas en el transporte.

La contingencia fue una muestra de la fragilidad de la infraestructura básica de Mendoza y la disponibilidad de recursos aprovechables. Mendoza, que en números podría tener energía de sobra, pende de un hilo para quedar a oscuras y, además, no tiene capacidad de respuesta para aumentar su producción; hay industrias que no pueden radicarse en la provincia por falta de electricidad, gas y conectividad vial. El Gobierno lo sabe y por eso una enorme porción de los 1023 millones de dólares que Mendoza tiene disponibles serán invertidos en obras de transporte eléctrico, de agua y otros rubros básicos. Probablemente sea el shock de inversión más grande de los últimos 50 años y será en obras que no impactarán en el electorado porque no son casas, plazas, ni parques. Pero si no se hacen, la pobreza productiva de Mendoza se agudizará a niveles insospechados. Entre otras obras, se hará la Estación Transformadora Mendoza Norte (USD 38.600.000), la Interconexión Estación Transformadora El Marcado - La Dormida - La Paz (USD 29.500.000) y la Estación Transformadora Capiz, Valle de Uco (32.500.000).

Lo hará, aunque no le corresponde porque es la Nación la que debe ejercitar la inversión, algo que antes no ocurría por pereza y corrupción y hoy por pura vocación de abandono. El último dique se construyó hace más de 20 años; y hacía más de 30 que no se generaban obras de transporte relevantes hasta que se inauguró la línea Cruz de Piedra - Gran Mendoza, hace solo un año. También se aceleró una industria relevante, pero incompleta para el circuito: los parques de generación solar fotovoltaica. La contingencia del sur, valga la ironía ocurrió de noche.

Relegados

Mendoza, que siempre fue oficialista, sufre gran parte del abandono nacional por torpeza propia. Las consecuencias están más a la vista que nunca, pues la Provincia no es competitiva.

Así queda claro al leer completo el informe elaborado por la Fundación Mediterránea a través del IERAL. Con un perfil técnico y alejado de cualquier fantasma político que pueda ser tomado para distorsionar las interpretaciones, el análisis de esa organización muestra algunas de las claves del estancamiento y derrumbe.

El turismo, por ejemplo, se desplomó el año pasado porque el tipo de cambio dejó de ser un imán para los visitantes extranjeros. En un año cayó un 14% la cantidad de turistas. Ante igualdad de condiciones, la Provincia dejó de ser destino favorito y la llegada extranjeros cayó dramáticamente. Es el principal ejemplo de falta de competitividad real. El mismo IERAL dice que Mendoza cayó, que el 2025 habrá recuperación, pero con algunos condicionantes. Hubo algunas señales de mal humor en el oficialismo por esos datos, como ocurre con las personas que tienen fiebre y desconfían del termómetro.

En el mismo informe se explica el impacto de la caída en la obra pública, incluso la impulsada por la Provincia. En 2024 solo se mantuvieron las obras para evitar la suspensión total y avanzaron muy pocas. Una de ellas fue el sorprendente Metrotranvía, obra que ya supera largamente los 100 mil millones de pesos, que se pagó por adelantado a CEOSA y que tiene un ritmo de actualización de precios envidiable.

La obra avanza más rápido de lo previsto y tendrá una repercusión mayor a las soluciones que traerá; pues el grueso de tránsito que colapsa por el boom inmobiliario de Luján y Maipú, no podrá tomar el costoso tren de color rojo; el mismo al que Alfredo Cornejo despreció y le construyó una ciclovía cuando era intendente opositor y que ahora debe destruir para reconstruir como gobernador. La licitación fue por $36.890.000.000. El valor actualizado de la obra es $134.127.000.000 y ya se pagaron casi 90 mil millones de pesos.

El influencer

Al explicar las razones del apagón Alfredo Cornejo tuvo un mensaje curioso, pues sin que se le pregunte defendió a las empresas distribuidoras de energía de la provincia, que no tuvieron que ver con ese problema particular y que, de paso, son las principales ganadoras del modelo de gestión de los servicios públicos concesionados en Mendoza. La primera aludida en la exculpación de Cornejo es EDEMSA, empresa que tiene más del 70% del servicio en Mendoza. De manera directa el reconocido por el Gobierno es el empresario más influyente de la provincia: José Luis Manzano, titular de EDEMSA a través de su holding Integra. El acercamiento amistoso entre quienes gobiernan y ese grupo empresario es notorio y contrasta con épocas pasadas en las que el propio Cornejo decía abiertamente que nunca había recibido en el cuarto piso, donde está su despacho, al exdirigente peronista. En los tiempos que corren no hace falta el contacto físico para hacer las paces, aunque los gestos del Gobernador fueron mucho más explícitos al acudir al principal evento social organizado por el grupo empresario que lidera Manzano.

EDEMSA tuvo en el último año ganancias extraordinarias, que fueron reflejadas en su balance y que en gran medida las consiguió por dos decisiones potentes del Estado: la renegociación del contrato determinada por Rodolfo Suarez (con menos canon, más años y obras a cargo de los usuarios) y el formato de aumento de tarifas impulsado por Cornejo, que tiene indexación permanente y se aplica 4 veces al año. "Todo esto derivó a que el Resultado Operativo arrojara una ganancia de $ 96.734.567 (en miles), en comparación con la pérdida de $ 14.200.803 (en miles) de 2023 poniendo de relieve la mejora operativa estructural concretada en el ejercicio 2024", dice el Balance de EDEMSA, donde se detallan los beneficios que trajo la actualización tarifaria permanente. No terminan allí las novedades, pues la empresa (de la que el Estado es parte) aumentó a 400 millones de dólares la autorización para emitir deuda. Es decir, podría salir al mercado de capitales por un volumen de dinero superior al valor de la propia empresa. De hecho, ese grupo compró EDENOR, la distribuidora más grande del país, por 100 millones de dólares. El Gobierno le había autorizado una beneficiosa ampliación de la razón social a la distribuidora, que ahora tiene más facilidades para ejecutar tareas extra energéticas.


Manzano habló ante empresarios esta semana.

El mismo grupo empresario es el que tiene la mina Potasio Río Colorado, que este año debe terminar la planta piloto para producir sales de potasio a una escala menor. La planta la había dejado a medio hacer Vale. El plan final de inversión es de 1.000 millones de dólares, pero en el Gobierno se conforman con que se cumplan los primeros pasos. No le ven futuro a los actuales dueños sin un socio mayor. Lo creen por el presente del proyecto y por la historia. Es el mismo grupo que tuvo concesiones con enormes promesas de inversión que no cumplieron ellos; responsabilidad que fue transferida a otras firmas, como YPF. El caso de las 7 áreas petroleras entregadas por Celso Jaque es emblemático. Allí estaba el área Chcahcahuén, que fue triangulada y que hoy es una de las pocas joyas que le quedan a la provincia. YPF anunció que dejará todos los activos que no impliquen inversión en Vaca Muerta y Chachahuén está en el paquete. Sus socios Ketsal-Kilwer (concesionarios originales que son parte del grupo Manzano) no tienen capacidad operativa para hacerse cargo de la recuperación terciaria, aunque el trabajo más costoso ya lo hizo YPF. Manzano tiene la etiqueta de ser un empresario petrolero exitoso en Mendoza, aún cuando hay una particularidad: sus empresas producen muy poco en la Provincia, El Trébol se fue y quien heredó los activos tuvo resultados mucho mejores. En otras áreas, como la mencionada Chachahuén, no son operadores. Selva María obtuvo una concesión reciente y Phoenix como marca global solo produce el 2% del petróleo de Mendoza.

Cuando Cornejo decía antes de las elecciones que quería influir en el ámbito nacional nunca lo pensó como opositor duro. Ese grupo empresario le aseguraba el Gobierno de Cambia Mendoza buenas migas con Sergio Massa, quien creía que ganaría las elecciones. Manzano, igual, tiene buenos vínculos e influencia sobre varias áreas clave del gobierno de Milei.

 Le energía es la principal carencia, también la gran oportunidad y el desafío del futuro de Mendoza. Obviamente también el negocio, porque ese es el motor. En la Provincia el Estado mezcla los roles y más se confunden los ejecutores de esas políticas. Por eso puertas adentro no sorprende algo que es verdaderamente sorprendente: que un funcionario pase a ser empleado jerárquico de una empresa a la que debía controlar, que fue aspirante a adjudicaciones y que también estuvo intervenida. Pablo Magistochi, el exfuncionario en cuestión, pasó de ser el gestor de las licitaciones en las que debía competir IMPSA, a ser empleado de la empresa con sus nuevos dueños. Estuvo como contralor del Estado en el directorio de la firma en su versión estatal, y ahora se va a trabajar en ese sitio. Como contó MDZ, el extitular de EMESA, la empresa de energía estatal, fue contratado por los nuevos dueños de IMPSA.

En el Gobierno hay una frase hecha que engloba muchos engaños a la que suelen recurrir funcionarios acomodados y crecidos en el calorcito del poder. "En el sector privado me iría mucho mejor", dicen. La duda es si alguien del sector privado los llamaría si antes no hubieran pasado por decisiones dentro del Estado. Fuente MDZ