En busca de la verdad
En busca de la verdad
En balnearios emblemáticos como Viña del Mar, las olas llegaron hasta la avenida Perú, donde los transeúntes fueron salpicados por el fuerte oleaje que rompía contra las rocas
Las costas chilenas enfrentan por estos días un fenómeno inusual de marejadas que ha impactado directamente en el turismo, particularmente entre los argentinos que viajaron al país vecino para disfrutar de las playas del Océano Pacífico.
Desde el pasado viernes 27 de diciembre, olas que alcanzan los cuatro metros de altura han obligado a prohibir el ingreso al mar en gran parte de las playas de la región de Valparaíso. Las marejadas, que se extenderán hasta el 31 de diciembre, no solo afectaron la experiencia de los turistas, sino que ponen en duda la tradicional celebración de fuegos artificiales de Año Nuevo.
En balnearios emblemáticos como Viña del Mar, las olas llegaron hasta la avenida Perú, donde los transeúntes fueron salpicados por el fuerte oleaje que rompía contra las rocas. Mientras tanto, en Reñaca, destino favorito de los argentinos, los turistas se vieron obligados a alejarse de la orilla para evitar ser alcanzados por la marea alta.
"Planeábamos jugar al fútbol en la arena, pero las restricciones nos hicieron cambiar de planes y terminamos yendo de compras", relató Joaquín Cortez, un joven mendocino de 19 años que llegó con amigos a pasar las vacaciones.
Cerca de 40.000 argentinos cruzaron a Chile entre el 26 y 29 de diciembre, muchos de ellos soportando hasta 12 horas de espera en la aduana del Paso Cristo Redentor. La mayoría tenía como principal atracción el show de fuegos artificiales que se realiza en la costa desde Valparaíso hasta Concón, un espectáculo que ahora depende de las condiciones marítimas.
Según informó la autoridad marítima chilena, se evaluará hasta último momento la viabilidad de instalar las balsas y lanzar las bengalas desde el mar, priorizando la seguridad ante el oleaje anómalo.
El Centro Meteorológico Marítimo de Valparaíso emitió un alerta el viernes 27, señalando que las marejadas, clasificadas como "anormales", podrían causar daños en la infraestructura costera. "El evento alcanzará su mayor intensidad durante las horas de pleamar, especialmente entre las 20 y 23 horas", explicó el capitán de corbeta Felipe Rifo.
Estas marejadas, el sexto fenómeno de esta categoría en el año, han afectado no solo a Chile, sino también a otros países de la región como Perú y Ecuador. En el norte de Chile, puertos como los de Iquique y Patache fueron cerrados de manera preventiva, mientras que en Taltal se reportaron socavones y daños menores en espacios públicos.
Las autoridades chilenas han llamado a la población y turistas a extremar las precauciones, evitando sectores rocosos, actividades náuticas y el ingreso al mar durante el fenómeno. En localidades como Huasco y Caldera se implementaron cierres preventivos en áreas costeras para minimizar riesgos.
Con un océano que no da tregua, el turismo en las playas chilenas enfrenta un fin de año complicado, donde la prudencia se ha convertido en la principal medida para disfrutar de las vacaciones sin contratiempos.
La Policía Rural, fuerzas de seguridad y el Departamento de Fauna Silvestre provincial acompañaron el operativo. El director de Biodiversidad destacó el trabajo de los guardaparques y el jefe de Fauna advirtió sobre los riesgos para la salud pública y el ecosistema.
