La rectora Esther Sánchez y el secretario de Transformación Digital, Roberto De Rossetti, viajaron a Valparaíso para dar continuidad a la incorporación de la tecnología X-ROAD que permitiría unificar datos y mejorar los trámites entre ambos países.
En el contexto de la conmemoración de los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, se realiza en Valparaíso el encuentro Confianza Digital: la nueva relación entre la Región de Valparaíso y la Provincia de Mendoza, del que participan la rectora de la UNCUYO, Esther Sánchez, y el secretario de Transformación Digital, Roberto De Rossetti.
La reunión dará continuidad a las acciones iniciadas en septiembre, durante el Encuentro Internacional entre Chile y Argentina para mejorar el Tránsito Transfronterizo. En ese momento, autoridades chilenas, del Gobierno mendocino y de la UNCUYO articularon para implementar el sistema X-Road y así contribuir a agilizar los trámites aduaneros.
La tecnología, basada en el modelo de Estonia —la sociedad digital más evolucionada del mundo— garantiza confidencialidad, integridad e interoperabilidad entre las partes que intercambian datos. La información queda almacenada por quien la genera, para evitar duplicaciones, errores y facilitar la veracidad.
La intención es aplicar el principio de “una sola vez”, para que se pueda ingresar o salir del país con presentar solamente el DNI. Al interconectar todos los datos de la persona al DNI, se facilita el trámite aduanero y se mejora la seguridad digital.
Roberto De Rossetti explicó que la mirada de la Secretaría de Transformación Digital (STD) estuvo puesta, en primer lugar, en una mejora para los estudiantes e ingresantes a la Universidad, a través de la tecnología X-Road que permite ahorrar tiempo en la gestión de trámites. Esta Secretaría también lidera el proyecto Bioma dentro del sistema universitario nacional.
En esa misma línea, la Secretaría atiende el aspecto productivo provincial. "Buscamos poner en valor el conocimiento que tenemos sobre la tecnología y empujamos el proyecto Paso Centauro. Los stakeholders (interesados) de este proyecto no son solamente la comunidad mendocina y el sector productivo, sino organismos nacionales de diversos estratos y configuraciones organizacionales, y también organismos chilenos", detalló De Rossetti, al tiempo que aseguró que lo que se busca es simplificar los trámites de una frontera internacional.
"En estos tres proyectos, que tienen una base tecnológica común, se remarca el concepto y lo que es la esencia de nuestra STD", amplió el secretario. Y agregó: "Lo digital es fácil de resolver, se hace contratando servicios técnicos y poniéndolos a trabajar bajo un esquema de presión. El problema viene por la transformación, donde empezamos a tocar intereses personales, organizacionales, provinciales o del mismo Estado nacional. Creo que tenemos la fortaleza y la posición inocua para aportar esta solución basada en una tecnología, que, por otro lado, es la que utilizaron Estonia y Finlandia para sus fronteras".
Francisco Bravo, articulador de Gestión y Vinculación Tecnológica de la STD, dijo que el proyecto fue impulsado por la UNCUYO junto al senador de la V Región de Chile, Kenneth Pugh. Asimismo, indicó que las universidades tienen un rol clave en la articulación con el país trasandino, destacando la participación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Técnica Federico Santa María. "Todo lo hecho se da en sintonía con el cambio de paradigma mundial hacia el mundo digital que se viene produciendo desde hace más de 40 años", advirtió Bravo.
Apelando a la metáfora del ser mitológico, el proyecto con Chile lleva el nombre de Centauro. En este caso, simboliza la combinación de capacidades humanas con herramientas tecnológicas avanzadas, especialmente la inteligencia artificial.
Al igual que un centauro es una fusión del humano y el caballo, en este contexto se habla de una sinergia entre la intuición, la creatividad, el juicio humano y el poder analítico y procesador de datos de las máquinas.
La idea es que al trabajar juntos -humanidad y tecnología- se puedan superar los límites de lo que cada uno puede hacer por separado, logrando una colaboración óptima en lugar de una simple automatización.