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Desafíos para los musulmanes en Japón: La lucha por un entierro digno

La comunidad musulmana en Japón, constituyendo solo el 1% de la población, se enfrenta a obstáculos significativos al intentar brindar un entierro respetuoso a sus seres queridos, en medio de la prohibición islámica de la cremación y la falta de cementerios adecuados. 

Miercoles, 17 de Enero de 2024

El 99% de la población japonesa sigue la tradición budista o sintoísta de la cremación, práctica prohibida en el islam. La comunidad musulmana en Japón, una minoría de alrededor de 200,000 personas en una nación de más de 120 millones, se ve obligada a superar obstáculos para honrar sus creencias religiosas.

El Dr. Tahir Abbas Khan, un ciudadano japonés y profesor universitario nacido en Pakistán, ha estado luchando durante más de una década para establecer un cementerio musulmán en la prefectura de Oita, en la isla de Kyushu. A pesar de la construcción de la primera mezquita en 2009, la solicitud de un cementerio adyacente para una comunidad de hasta 2,000 miembros sigue estancada en el proceso de planificación.

Esta situación ha llevado a algunas familias musulmanas a transportar los cuerpos de sus seres queridos cientos de kilómetros para recibir un entierro islámico apropiado. Mohammed Iqbal Khan, quien enfrentó este dilema en 2009 cuando perdió a su hijo, relata cómo tuvo que viajar más de 1,000 kilómetros hasta Yamanashi, donde existe un cementerio utilizado por musulmanes y cristianos.

La oposición local ha obstaculizado los intentos de establecer un cementerio en la prefectura de Oita, argumentando preocupaciones sobre la contaminación de las aguas subterráneas. Aunque algunos inmigrantes musulmanes han optado por repatriar los cuerpos de sus familiares, este proceso implica un papeleo detallado y retrasa el entierro.

Ryoko Sato, una japonesa convertida al islam, destaca los desafíos adicionales que enfrenta debido a los "prejuicios culturales". A pesar de haber adquirido la nacionalidad japonesa, ella se enfrenta a sugerencias de regresar a su país o llevar el cuerpo a lugares donde se permita el entierro.

El Dr. Khan, junto con la Asociación Musulmana de Beppu, ha abogado por la creación de lugares de entierro multirreligiosos en todas las prefecturas de Japón. Aunque las autoridades locales han asignado recientemente un terreno con 79 espacios de entierro a la comunidad musulmana de Beppu, se destaca la necesidad de superar desafíos burocráticos y obtener el permiso necesario.

El Dr. Khan subraya que este problema no es simplemente religioso, sino un derecho humano básico, y hace un llamado a parlamentarios, ministerios y autoridades locales para abordar la cuestión. A pesar de las dificultades, mantiene la esperanza de encontrar una solución para garantizar que los musulmanes en Japón puedan enterrar a sus muertos de acuerdo con sus creencias.