Sus rivales internos se inclinan por indultarlo y Biden queda en una situación doblemente incómoda. Cómo se cruzan las causas judiciales con el calendario electoral.
Tras su paso por los tribunales de Miami, Donald Trump volvió a demostrar que no hay nada que pueda apartarlo de su campaña. Para los libros de historia, el nombre del lider republicano volvió a inscribirse como pionero en una categoría ingrata, la de ser el primer presidente de los Estados Unidos que es acusado por cargos federales. Para la política estadounidense, en cambio, Trump se confirmó una vez más como el dueño de la campaña electoral camino a las presidenciales de 2024.
El candidato republicano que lidera todas las encuestas de cara a las primarias de su partido exhibe un dominio absoluto de los tiempos electorales y hace bailar a sus rivales al ritmo que se le antoja.
Con la acusación por haber retenido de manera ilegal archivos clasificados, Trump se anticipó a todos una vez más, la semana pasada, cuando anunció que había sido blanco de una acusación histórica. De inmediato, el mundo de la política se paralizó para elevarlo por enésima vez como el centro de gravedad de la lucha por el poder.
Mientras algunos afirman que el ex presidente tiene información privilegiada y eso le permite enterarse antes que nadie de los hechos judiciales que lo tienen como protagonista, otros sostienen que en realidad Trump es un maestro en el arte de capturar la atención del país político.
No solo se adelanta a todos. Además, define el tono, los tiempos y las reacciones de sus propios contrincantes. Primero, de los republicanos, que se apuran a prometer que, en caso de llegar a la Casa Blanca, van a declarar un indulto para Trump. Después, del propio Joe Biden que es señalado como el responsable de la investigación que lleva adelante el fiscal especial Jack Smith, un investigador que fue nombrado por el titular del Departamento de Justicia Merrick Garland.
Trump es el gran atractivo de una campaña que asoma como un deja vu entre dos viejos rivales pero también el gran director de orquesta de la polarización entre republicanos y demócratas. No hay nadie que pueda hacerle sombra en eso. "El todavía está de alguna forma manejando la narrativa", dice a LPO el académico y consultor Michael McCarthy.
Trump, este martes. en el restaurante Versailles de Miami
Profesor adjunto en la Escuela Elliot de Asuntos Internacionales de la Universidad George Washington, McCarthy considera que hasta el momento todas las causas judiciales que apuntan al ex presidente han tenido el mismo resultado. "Hasta el momento, todos los juicios han hecho una sola cosa: fortalecer a Trump", dice. Fue exactamente lo que sucedió después de la acusación contra el líder republicano por el supuesto pago indebido a la actriz Stormy Daniels. Una vez que el caso estalló, Trump amplió su ventaja sobre Ron DeSantis hasta niveles que poco antes eran inconcebibles. Paso de llevarle 8 puntos a sacarle 40.
Ahora, la causa por la retención indebida de archivos clasificados por parte de Trump, supone una carrera contra el tiempo. McCarthy, que además es CEO de Caracas Wire y Ceibo Growth Strategies, sostiene que el debate es si el equipo del fiscal Smith va a poder lograr que el juicio comience a tiempo para afectar la campaña de Trump o si todo se irá diluyendo por las apelaciones y la propia dinámica electoral.
Biden dice que quiere gobernar de manera bipartidista. ¿Eso quiere decir que él va a perdonar a Trump en un segundo mandato? Eso es lo que dicen ya casi todos los candidatos republicanos.
Para Biden, la situación es doblemente incómoda. Por un lado, sienta un precedente que lo puede complicar en el futuro porque cualquier ex presidente aparece como posible blanco de investigaciones judiciales. Lo insinuó Trump este martes en Nueva Jersey, cuando advirtió que investigará a Biden y a su familia. Por otro lado, dice McCarthy, los esfuerzos de Biden por lograr una reconciliación entre los estadounidenses quedan condicionados por la situación de su rival. "Biden dice que quiere gobernar de manera bipartidista. ¿Eso quiere decir que él va a perdonar a Trump en un segundo mandato? Eso es lo que dicen ya casi todos los candidatos republicanos".
Biden mantiene el silencio sobre el caso Trump y advierten que lo hace por miedo a ser el próximo
Para el politólogo de Rice University Mark P. Jones, las causas judiciales contra Trump no tendrán incidencia en la carrera a la Casa Blanca. "La causa de los archivos clasificados no genera ningún impacto en los votantes de Trump porque no lo van a abandonar. En cuanto a su situación personal, en Estados Unidos no hay restricciones para presentarse como candidato a presidente y ganar las elecciones incluso desde la cárcel. Además, el sistema judicial es tan lento que no hay posibilidad que haya una sentencia firme antes que noviembre de 2024", afirma.
Efectivamente, los especialistas suponen que la lluvia de apelaciones cruzadas puede posponer el inicio del juicio contra Trump por lo menos un año. La mayoría de los casos federales van a juicio entre 12 y 18 meses después de la acusación.