Se teme que la joya despierte "sensibilidades políticas" si aparece en la coronación, programada para mayo de 2023. El diamante fue entregado a la reina Victoria en el siglo XIX y todavía es reclamado por la India. "Es una granada diplomática", aseguran expertos.
La esposa del rey Carlos III de Inglaterra, Camilla Parker Bowles, posiblemente no pueda utilizar la corona de reina consorte debido a "sensibilidades políticas". La joya, creada hace 85 años, contiene el diamante "Koh-i-Noor", que es reclamado por India y otras naciones y el palacio teme que su uso pueda abrir una controversia diplomática no deseada.
Carlos III y su esposa, que tiene el título de reina consorte, serán coronados el sábado 6 de mayo de 2023 en la abadía de Westminster -Londres- en una ceremonia religiosa que combinará rituales de más de 1.000 años de historia con arreglos modernos, más acordes a los tiempos actuales y la situación económica del Reino Unido. Y mientras se espera que el rey sea coronado con la Corona de San Eduardo -de 1661-, ahora hay dudas sobre qué corona recibirá Camilla.
La corona tiene 2.800 diamantes y su cruz frontal sostiene el famoso diamante Koh-i-Noor de 105 quilates, uno de los diamantes tallados más grandes del mundo, que fue "regalado" por India en el siglo XIX a la reina Victoria.
La corona de la reina consorte Camilla
Carlos III y su esposa, que tiene el título de reina consorte, serán coronados el sábado 6 de mayo de 2023 en la abadía de Westminster.
La "corona de la reina madre", una pieza de valor incalculable, fue confeccionada en 1937 para la reina Isabel, esposa del rey Jorge VI y madre de Isabel II. Tiene 2.800 diamantes y su cruz frontal sostiene el famoso diamante Koh-i-Noor de 105 quilates, uno de los diamantes tallados más grandes del mundo, que fue "regalado" por India en el siglo XIX a la reina Victoria.
Según el diario londinense The Daily Mail, existe un "nerviosismo significativo" sobre el tema dada la larga controversia sobre la propiedad del diamante. Una fuente dijo al diario: "El plan original era que la reina consorte fuera coronada con la corona de la difunta reina madre cuando su esposo accedió al trono. Pero los tiempos han cambiado y Su Majestad el Rey es sumamente sensible a estos temas, al igual que sus asesores. Hay serias sensibilidades políticas y un nerviosismo significativo a su alrededor, en particular con respecto a la India".
Carlos III y Camilla durante la ceremonia de proclamación el 10 de septiembre. El título formal de Camilla es "Su Majestad la Reina Consorte".
La coronación del rey Carlos III tiene fecha, pero será reducida, moderna y barata
"Garantizar que Koh-i-Noor permanezca al frente y en el centro a la vista del público de esta manera va en contra de cualquier intento de la familia real y las ortodoxias políticas de trazar una línea bajo el despojo, el prejuicio, el saqueo y la explotación que se deleitaba el imperialismo", dijo Saurav Dutt, autor y comentarista político.
"No es un tema delicado a los ojos de la India. Es una granada diplomática masiva", aseguró William Dalrymple, autor de un libro sobre el diamante. "No creemos que nadie en este país tenga la menor idea de cuánto importa en la India. Para la gente aquí es el nombre de un restaurante indio o una marca de lápices o tal vez algo que hayan visto en un viaje escolar a la Torre de Londres".
Y agregó: "Pero en realidad es parte de una desconexión más amplia de una serie de cosas que a los indios les molesta mucho hacer con el período colonial. El diamante ha sido reclamado por Pakistán, Bangladesh, Afganistán y también por los talibanes. Es una piedra enormemente sensible y muy reclamada. Le importa a un gran número de personas y ha seguido siendo muy controvertido desde que murió la reina".
El autor cree que se el diamante es "un problema que volverá" porque "el colonialismo ha terminado" y "Gran Bretaña quiere entablar amistad con la India, es una importante nueva potencia en ascenso". "En cierto sentido, los británicos se han buscado esto porque convirtieron la piedra en un símbolo de su imperio al exhibirla en la Gran Exposición de 1851", remarcó.
En 2002, la corona reapareció en los funerales de la reina madre. En el frente se encuentra el "diamante maldito".
Y finalizó: "Esta pequeña piedra, que en realidad no es tan grande, de hecho, y ya ni siquiera está entre los 100 mejores diamantes del mundo, ha venido a cargar con todo el peso de la colonización sobre su hombro. Se ha convertido en este objeto muy, muy sensible y es un tema importante ahora entre los dos países".
Fabricada por los joyeros reales Garrard & Co, la corona fue usada por la reina, pero sin sus arcos, en las ceremonias de apertura del Parlamento durante el reinado de su esposo y en la coronación de su hija Isabel II, en junio de 1953, cuando adoptó el título de Reina Madre.
La corona, que ahora forma parte de las joyas de la corona que se exhiben en la Torre de Londres, salió por última vez para descansar sobre un cojín de terciopelo que se colocó sobre el ataúd de la reina madre, fallecida el 30 de marzo de 2002.
La corona de la reina contiene el diamante "Koh-i-Noor" (que significa Montaña de Luz), una de las joyas más grandes y controvertidas del mundo.
El diamante Koh-i-Noor es el ejemplo perfecto de una joya "maldita", propiedad de numerosos gobernantes asiáticos a lo largo de los años que con demasiada frecuencia perdieron sus imperios y sus vidas: según una leyenda fuertemente difundida desde el año 1306, la desgracia caería sobre todos los hombres que lo poseyeran.
La corona que reposará sobre la cabeza de Camilla cuenta con un marco de platino engastado con 2.800 diamantes, muchos de los cuales provienen de una diadema de la reina Victoria, y contiene el diamante "Koh-i-Noor" (que significa Montaña de Luz), una de las joyas más grandes y controvertidas del mundo.
El diamante de 105,6 quilates se encontró originalmente en las minas Golconda de la India en el siglo XIV y según las leyendas los reyes que han usado el diamante tuvieron muertes prematuras y trágicas.
El diamante pasó de dinastía en dinastía en los reinos de príncipes mogoles, guerreros iraníes, gobernantes afganos y los maharajás punyabíes después de muchos combates y derramamiento de sangre, y tras el final de la Segunda Guerra Anglo-Sikh y la anexión del Reino de Punjab, los tesoros fueron confiscados para Gran Bretaña.