El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió  que cualquier ataque o amenaza directa contra Kaliningrado, el enclave ruso situado entre Polonia y Lituania, podría provocar una escalada militar sin precedentes y derivar en un conflicto armado de gran magnitud en Europa. Las declaraciones fueron realizadas durante una conferencia de prensa especial de fin de año celebrada en Moscú.

Putin expresó su esperanza de que ningún país intente agredir la región, pero dejó claro que Rusia respondería de manera contundente ante cualquier acción hostil. ""Espero que eso no ocurra. Pero si se crean amenazas de este tipo contra nosotros, las destruiremos. Todos deben entender que acciones así conducirán a una escalada del conflicto nunca vista hasta ahora"", afirmó.

El mandatario subrayó que un ataque contra Kaliningrado elevaría el nivel de confrontación a ""una dimensión completamente distinta"", ampliando el conflicto hasta convertirlo en una guerra a gran escala. ""Todos deben ser conscientes de esto"", añadió, en una de las advertencias más severas lanzadas por el Kremlin en los últimos meses.

Kaliningrado, una región estratégicamente clave en el mar Báltico, ha ganado relevancia en el contexto del deterioro de las relaciones entre Rusia y Occidente, especialmente tras el inicio de la guerra en Ucrania. En ese escenario, Putin acusó a varios líderes europeos de alimentar una narrativa de confrontación con Moscú por motivos políticos internos.

Según el presidente ruso, algunos dirigentes europeos están ""creando deliberadamente la imagen de Rusia como enemigo"" para encubrir errores propios y desviar la atención de sus fracasos políticos y económicos. ""Hablar de una guerra con Rusia sirve para ocultar sus equivocaciones y justificar decisiones fallidas"", sostuvo.

Putin calificó el comportamiento de ciertos líderes europeos como ""agresivo y poco profesional"" y mencionó como ejemplo declaraciones recientes del secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

Aunque elogió a Rutte como un funcionario ""inteligente y eficiente"" al que conoce personalmente, criticó con dureza su retórica. ""Cuando habla de una guerra con Rusia, quiero preguntarle: ¿qué tonterías está diciendo?"", afirmó.

Pese a sus críticas, Putin aseguró que Rusia mantiene la disposición a cooperar con Europa, el Reino Unido y Estados Unidos, siempre que las relaciones se basen en la igualdad y el respeto mutuo.

Señaló que una cooperación genuina entre Rusia y Europa podría generar beneficios económicos y estabilidad para ambas partes. ""Si combináramos nuestras capacidades, prosperaríamos, en lugar de luchar unos contra otros"", indicó.

El presidente ruso también cuestionó la postura de la OTAN respecto a Estados Unidos, al señalar que Rusia ya no figura como un adversario potencial en la doctrina militar estadounidense. En ese contexto, puso en duda cómo un bloque militar liderado por Washington puede prepararse para un conflicto con un país que, según él, no es considerado una amenaza por su principal miembro.

En el ámbito político internacional, Putin se refirió además a la demanda presentada por el expresidente estadounidense Donald Trump contra la BBC,respaldando su posición. Según el mandatario ruso, en la cobertura mediática ""hubo una clara distorsión de la información"", lo que da la razón a Trump.

Asimismo, acusó a las élites políticas europeas de interferir abiertamente en los asuntos internos de Estados Unidos. Afirmó que dirigentes europeos apoyaron públicamente a la demócrata Kamala Harris durante las elecciones presidenciales de 2024 y que ahora planean utilizar las elecciones legislativas de medio mandato para aumentar la presión política sobre Trump.