La senadora Paloma Valencia será la postulante del Centro Democrático, el principal de la oposición.
La derecha tradicional colombiana busca imponer a una candidata presidencial afín a Donald Trump para sacar del camino a la ascendente ultraderecha local y derrotar al candidato de Gustavo Petro tras cuatro años de un inédito gobierno de izquierda.
El Centro Democrático, el principal partido opositor liderado por el influyente exmandatario Álvaro Uribe, eligió a la senadora, abogada y filósofa Paloma Valencia, de 47 años, como su candidata presidencial en las elecciones del 31 de mayo próximo.
Es un primer paso. Valencia deberá dirimir en una consulta abierta con postulantes de otras agrupaciones de derecha, el 8 de marzo, quién será el/la candidato/a que buscará retomar el poder para los conservadores colombianos.
Se trata de una misión compleja. No porque la izquierda represente una seria amenaza de continuidad tras cuatro años de gobierno de Gustavo Petro, sino más bien por el avance del excéntrico abogado ultraderechista Abelardo de la Espriella, alias El Tigre.
Espriella está decidido a presentarse por fuera del espacio conservador tradicional y competir con Valencia (o quien la derrote en la consulta de marzo) y el candidato del oficialista Pacto Histórico, el senador Iván Cepeda, heredero del presidente saliente.
"Paloma Valencia es la mejor opción que tenía el Centro Democrático, a pesar de que no ha despegado mucho en las encuestas, pero quizás esta designación la empuje un poco y le permita competir por la presidencia", dijo el analista Yann Basset, profesor de la Universidad de Rosario, de Bogotá.
Su elección en las internas del partido se produjo tras el asesinato del precandidato presidencial de su mismo espacio Luis Uribe, que falleció el 11 de agosto tras ser baleado en un atentado en Bogotá el 7 de junio.
Los conservadores colombianos aún intentan recuperarse del shock que significó el ascenso al poder del primer gobierno izquierdista colombiano de la mano de un economista y exguerrillero como Petro.
Pero se muestran ahora muy confiados en derrotar a su heredero Cepeda en las próximas elecciones. El último sondeo de CB Consultora Opinión Pública, de noviembre, reveló que la imagen positiva del actual presidente es de solo 36,7% frente a un rechazo de 59,8%.
Pero a los conservadores le ha salido un competidor por derecha y sin ninguna experiencia política: Abelardo de la Espriella, un "outsider" inesperado y líder del movimiento Defensores de la Patria.
"De la Espriella va a jugar solo en la primera vuelta", dijo el consultor argentino Ángel Beccassino, considerado un verdadero gurú de las estrategias políticas en Colombia. Si nadie consigue entonces el 50% más uno de los votos habrá un balotaje el 21 de junio.
En ese escenario, Valencia deberá no solo ganar la consulta del espacio de derecha el 8 de marzo (el mismo día en que se celebrarán comicios legislativos), sino enfrentar además al ascendente postulante de la derecha radical.
Beccassino dijo que la senadora debería derrotar primero en las internas de la derecha a eventuales postulantes como el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, que podría llegar a recibir el respaldo de Uribe, según afirmó, si Valencia no despega en los sondeos.
Pero el tema que más preocupa es el auge de la derecha radical. "Hay una emergencia con la candidatura de la ultraderecha. Es más, no se sabe si Uribe va a respaldar finalmente a Abelardo de la Espriella", señaló el analista.
Valencia es una senadora con extensa experiencia política y una heredera aristocrática de la zona del Cauca, en el sur del país. De hecho, es legisladora desde hace 12 años. Su familia ha tenido un presidente. Su abuelo Guillermo León Valencia gobernó Colombia entre 1962 y 1966.
"Es una dirigente incondicional de Álvaro Uribe. Una fiel dentro de los fieles. Es una política conservadora que ha demostrado capacidad de lograr acuerdos con otras tendencias políticas", dijo Basset.
Uribe, de 73 años, gobernó el país entre 2002 y 2010 y es una de las voces más influyentes de la derecha local. Tras un período de fuerte incertidumbre, luce hoy revitalizado después que un tribunal revocó en octubre una condena de 12 años de prisión domiciliaria en su contra por soborno a paralimitares y fraude procesal.
Por ahora puso su poder en manos de Valencia. Su heredera tiene un perfil de diálogo, se alinea con Donald Trump y es una dura crítica del gobierno chavista de Nicolás Maduro.
De hecho, después que el presidente de EE.UU. desplegó una poderosa flota naval en el Caribe, dijo. "La caída de Maduro debía ser el primer paso para que Latinoamérica sea libre".
"El Centro Democrático da un gran paso para la recuperación de Colombia. Damos un paso firme para vencer en las urnas un modelo de gobierno castro-chavista que pretende profundizar y radicalizar reformas que están destruyendo a Colombia", dijo el titular del partido, Gabriel Vallejo. Fuente: TN