La saga de identidades inventadas, relatos enfrentados y acusaciones públicas en el Londres del XVII muestra cómo las narrativas sobre engaño, origen y rol femenino trascendieron los tribunales y moldearon debates culturales y literarios que aún resuenan en la actualidad
En el Londres de junio de 1663, una multitud se congregaba frente a la prisión de Old Bailey, ávida por ver a Mary Carleton, la "Princesa Alemana", enjuiciada por bigamia. El caso, un torbellino de intrigas y escándalos, la convirtió en la comidilla de la ciudad.
Carleton fue acusada de casarse con John Carleton mientras seguía legalmente casada con John Steadman. Más allá del delito, su historia suscitó un debate social sobre su engaño al hacerse pasar por una extranjera adinerada para conseguir un ventajoso matrimonio con John Carleton, un joven aprendiz de abogado. A pesar de su ascendencia noble autoproclamada, la sociedad la apodó "Princesa Alemana", alimentando la leyenda sobre sus orígenes.
En 1663, tras su matrimonio con John Carleton, fue absuelta del cargo de bigamia por falta de pruebas contundentes; solo se presentó un testigo, y el testimonio de Steadman no fue posible por motivos económicos. Años después, deportada a Jamaica por robo, regresó clandestinamente a Inglaterra, donde fue ahorcada en 1673 tras ser condenada por hurto.
El caso de Mary Carleton desató una oleada de publicaciones. En 1663 aparecieron más de doce panfletos y folletos sobre su vida, incluyendo defensas escritas por ella misma y réplicas de John Carleton. Según los relatos, Mary llegó al Exchange Tavern acompañada de un párroco, buscando refugio. El dueño la alojó y la presentó a John Carleton, quien la cortejó y se casó con ella rápidamente.
Las versiones del encuentro varían. En sus publicaciones, como *A Vindication of a Distressed Lady* y *An Historical Narrative of the German Princess*, Mary insistió en su origen alemán, basándose en su dominio de idiomas y habilidades artísticas. Atribuyó los cargos de robo a calumnias y negó otros delitos, describiendo su matrimonio con Carleton como precipitado por la presión familiar para asegurar su supuesta fortuna. John Carleton, por su parte, se consideró víctima de un elaborado engaño, relatando en *The Replication* y *The Ultimum Vale of John Carleton* cómo la astucia de Mary ocultó su verdadera identidad.
La "Princesa Alemana" trascendió los tribunales, convirtiéndose en figura literaria. Considerada precursora de la novela inglesa y de la fascinación por las estafadoras, como Anna Delvey, la prensa y la literatura del siglo XVII la presentaron como una criminal ingeniosa o un personaje novelesco, símbolo del ingenio femenino en una sociedad limitada. Su historia cuestionó la percepción del rol femenino, la manipulación de la identidad y la naturaleza del engaño. Francis Kirkman la describió como una mujer cuya falsedad era difícil de definir.
Especialistas literarios consideran que la vida y los escritos de Carleton anticiparon el concepto moderno de la impostora y la exploración del individuo como constructor de su identidad, presentando una dualidad entre inocencia y astucia, víctima y manipuladora.