El nene murió tras recibir una herida de bala. Su mamá había dicho que fue accidental y autoinflingida.
Una mujer fue detenida por la muerte de su hijo de dos años, días después de haberiniciado una colecta en su nombre para afrontar los gastos funerarios.
El arresto de la mamá, ocurrido este último lunes, causó una fuerte conmoción entre los vecinos de Georgia, Estados Unidos.
Raven Louise Broniecki, de 29 años, afronta cargos en su contra por los delitos de homicidio involuntario, crueldad hacia niños, negligencia criminal que causa dolor mental o físico excesivo en segundo grado y conducta imprudente.
El nene murió tras recibir una herida de bala que, según había relatado su mamá hace unas semanas, supuestamente fue accidental y autoinflingida.
Sin embargo, el argumento no convenció a las autoridades y hace dos semanas el Departamento de Policía de Hinesville anunció que estaba investigando el caso.
De acuerdo con la información publicada por People, la detención ocurrió días después de que la mujer iniciara una campaña de recaudación en la plataforma GoFoundMe para afrontar los gastos funerarios.
"Mi dulce bebé, mi mejor amigo, mi mundo entero, falleció recientemente. Estoy intentando recaudar fondos para las facturas", escribió en la página web para convencer a los usuarios de que la ayuden.
En aquel pedido para que colaboraran con la colecta, agregó: "Gastamos todos nuestros fondos en el funeral, las urnas y otras cosas para nuestro bebé, y ahora tenemos una cantidad considerable de facturas y solo necesitamos ayuda para recuperarnos".
"Estamos muy estresados y desconsolados. Aún tenemos seis hijos que criar y estamos haciendo todo lo posible", concluyó.
Lo curioso es que la publicación fue eliminada unos pocos días después de que la mujer fuera detenida.
El Departamento de Policía de Hinesville se negó a brindar información sobre el motivo de los cargos. La mujer quedó en libertad después de pagar la fianza fijada en 22.300 dólares. La investigación continúa.

La central nuclear de Onagawa, ubicada en la prefectura de Miyagi (noreste), no ha detectado irregularidades en sus operaciones, mientras que la de Tomari, en Hokkaido (norte), está revisando si se han producido daños en las instalaciones.