El presidente estadounidense llegó a Reino Unido junto a su esposa Melania en lo que es su segunda visita oficial al país británico. Fue recibido con una pomposa ceremonia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, inició su visita oficial al Reino Unido con una jornada sin precedentes en el castillo de Windsor, junto a la familia real británica. A su llegada en helicóptero, él y la primera dama Melania fueron recibidos por los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, y los reyes Carlos III y Camila.
El rey Carlos III recibió al mandatario con la mayor guardia de honor que se recuerde en la historia moderna del Reino Unido para un líder extranjero, con la Guardia Real desplegada en uniforme de gala.
Trump pasará las dos noches de su visita en el castillo, una de las residencias oficiales de la monarquía, y se mantendrá alejado de Londres, donde se ha convocado una manifestación en su contra. "Dicen que el castillo de Windsor es lo máximo, así que va a estar genial", expresó el presidente antes de su partida de Washington.
Esta es la segunda visita oficial de Trump al país británico. Al igual que en su viaje de 2019, todos los eventos se llevarán a cabo a puerta cerrada, lejos de las multitudes, debido a su impopularidad en el Reino Unido.
La agenda de la jornada en Windsor incluye un paseo en carruaje por la extensa finca de 6,400 hectáreas, que alberga un antiguo coto de caza real con 500 ciervos. De regreso en el castillo, una banda militar interpretará "God Save the King" y "The Star-Spangled Banner" antes de que Trump y el rey pasen revista a una guardia de honor de soldados con sus tradicionales túnicas escarlata y sombreros de piel de oso.

El rey Carlos III de Inglaterra y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se sientan en un carruaje durante una procesión por el castillo de Windsor en Windsor, Inglaterra, el miércoles 17 de septiembre de 2025.
"El palacio de Buckingham tiene su balcón, tiene su fachada", expresó. Luego agregó que "por dentro es muy sombrío y actualmente está siendo renovado, que es una de las razones por las que el señor Trump no se alojará allí. Windsor es un castillo de verdad".

El joven de 22 años quedó acusado de homicidio agravado y otros seis cargos. En mensajes a su pareja dijo que llevaba poco más de una semana planificando el ataque.