El reciente descubrimiento impulsó a especialistas y representantes indígenas a investigar el pasado de la región, ante la posibilidad de encontrar nuevos datos sobre antiguas rutas, costumbres y formas de vida asociadas al entorno acuático
Un tronco de 3,7 metros de largo, tallado hace siglos o incluso milenios, emergió recientemente a la superficie del río South, en Carolina del Norte, dando inicio a una operación de rescate liderada por la tribu Coharie y autoridades estatales. Según Smithsonian Magazine, se trata de una canoa monóxila -una embarcación tallada en un solo tronco- que podría aportar nuevas claves sobre la historia indígena de la región.
Tras varios meses de coordinación, representantes tribales y funcionarios del estado lograron extraer cuidadosamente la pieza cerca de Autryville, a unos 113 kilómetros al sur de Raleigh. La canoa, con un grosor aproximado de diez centímetros, presentaba un estado de conservación excepcional.
Aunque su antigüedad aún no fue confirmada, ya que resta realizar una datación por radiocarbono, su hallazgo constituye un evento poco frecuente, que exige trabajo conjunto entre comunidades originarias y arqueólogos especializados.
El origen de la operación se remonta al verano anterior, cuando un explorador anónimo divisó un objeto inusual flotando en el río. Al acercarse, identificó lo que parecía ser una canoa tallada en un solo tronco. Tras notificar a la tribu Coharie, esta contactó a la Oficina de Arqueología Subacuática de Carolina del Norte, que inició el protocolo de verificación.
Según reportó McClatchy News, la canoa se había desprendido de la orilla y flotaba de forma neutra, lo que facilitó su ubicación y posterior recuperación. El equipo empleó un sistema de correas para asegurar la pieza y trasladarla en una cuna acondicionada en un camión. La embarcación fue hallada en su posición original, lo que refuerza su valor arqueológico.
La identificación casual del artefacto activó protocolos arqueológicos que rara vez se ponen en marcha, dada la escasa frecuencia de este tipo de descubrimientos
Aunque la madera parecía estable, los expertos advirtieron sobre los desafíos que implica preservar un objeto de esta naturaleza. Kim Kenyon, conservadora consultada por McClatchy News y citada por Smithsonian Magazine, explicó que la madera anegada puede deformarse y agrietarse si no se estabiliza con técnicas específicas. Por esa razón, la pieza fue sumergida en un estanque seguro mientras se organiza su traslado a un laboratorio especializado.
El proceso de estabilización podría extenderse entre cinco y diez años, durante los cuales se aplicarán tratamientos científicos para garantizar su preservación y eventual exhibición pública. Smithsonian Magazine destacó la importancia del rigor técnico en estos procedimientos para asegurar la integridad del hallazgo.
Más allá de su relevancia material, la canoa recuperada simboliza la conexión histórica entre los pueblos indígenas y los cuerpos de agua. Kaytee Smith, en un blog citado por Smithsonian Magazine, señaló que ríos, arroyos y lagunas eran "carreteras, zonas de caza, rutas comerciales y lugares de reunión" para las comunidades originarias.
Stephen Atkinson, arqueólogo subacuático adjunto del estado, indicó a McClatchy News que esta canoa es una oportunidad para reconstruir aspectos del patrimonio indígena que no quedaron registrados. Su existencia sugiere patrones de uso del territorio vinculados al tránsito fluvial, que formaban parte integral de la vida cotidiana de muchas naciones originarias.
Los cauces fluviales no solo fueron rutas de transporte: también sostuvieron estructuras sociales y espirituales en comunidades indígenas de la llanura costera
Este descubrimiento se suma a una larga serie de embarcaciones monóxilas identificadas en la región. De acuerdo con Smithsonian Magazine, hasta ahora se registraron 79 canoas de este tipo en Carolina del Norte. Treinta de ellas fueron halladas en la década de 1980 en el lago Phelps, y la más antigua data del año 2430 a.C., con más de 4.000 años de antigüedad.
Según la Oficina de Arqueología Estatal, algunas embarcaciones se conservan casi intactas, protegidas por el ambiente ácido de los cuerpos de agua, mientras que otras aparecen en fragmentos. Las halladas en ríos suelen ser más cortas que las lacustres. Atkinson explicó que las del río South presentan una longitud reducida en comparación con otras que alcanzan los 8,2 metros o más.
En 2021, tres adolescentes descubrieron una canoa de unos mil años mientras nadaban en el lago Waccamaw, cerca de Wilmington. Fue recuperada en 2023 en colaboración con la tribu Waccamaw Siouan. Michael Jacobs, jefe tribal, expresó a WECT que esa embarcación representa una conexión emocional con sus ancestros.
El río South ya había sido escenario de hallazgos anteriores, como el de una canoa de más de 500 años localizada en 2018, que hoy se exhibe en el Centro Tribal Coharie.
A diferencia de otros casos registrados en lagos o zonas pantanosas, esta embarcación fue hallada en condiciones fluviales activas, lo que intensifica su singularidad y riesgo de pérdida
La canoa permanece sumergida en un estanque, a la espera de su traslado a un laboratorio donde comenzará su proceso de conservación definitiva.
Smithsonian Magazine informó que, una vez completado, el objetivo será exhibirla en un espacio aún por definir, como parte de una estrategia de difusión cultural e histórica.
Atkinson, en diálogo con McClatchy News, sostuvo que el hallazgo puede abrir nuevas vías para entender el legado indígena en Carolina del Norte. Su futura exhibición permitirá que nuevas generaciones se acerquen a una historia que, en muchos casos, precede a los registros escritos y perdura a través de objetos como este.