En el sexto día de enfrentamientos directos entre Irán e Israel, las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) confirmaron una nueva serie de ataques aéreos de gran escala contra objetivos militares del régimen de Irán en la capital, Teherán. 

Según informaron, más de 50 aviones de combate de la Fuerza Aérea participaron en la operación, con el apoyo de la inteligencia militar israelí.
El objetivo principal de la ofensiva fue un centro de producción de centrifugadoras ubicado en Teherán, el cual estaba destinado a aumentar la capacidad de enriquecimiento de uranio con fines armamentísticos. El Ejército israelí sostuvo que estas instalaciones forman parte del núcleo del programa nuclear iraní, que Tel Aviv busca desmantelar antes de que alcance una capacidad operativa irreversible.

Además del complejo nuclear, los ataques alcanzaron múltiples fábricas de armamento del régimen persa. Entre los blancos impactados se encuentran plantas de ensamblaje de misiles tierra-tierra, utilizados en los recientes ataques contra territorio israelí, así como instalaciones dedicadas a la fabricación de misiles tierra-aire. Las FDI explicaron que estas acciones forman parte de una campaña más amplia para "dañar el programa de armas nucleares y la industria de fabricación de misiles" de Irán.
Horas antes del bombardeo, el portavoz en árabe de las FDI, Avichay Adraee, emitió un mensaje dirigido a los residentes de Teherán, advirtiendo sobre la inminencia del ataque. "Ciudadanos de Irán, por el bien de su seguridad, les pedimos que evacuen el área designada en el sector 18 del mapa. Su presencia en esta zona pone en riesgo sus vidas", escribió Adraee en su cuenta de X, señalando que las operaciones se concentrarían en infraestructura militar del régimen iraní.

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Argentina

Así lo refleja un trabajo del Conicet y la Universidad Nacional de San Martín.