En busca de la verdad
En busca de la verdad
La policía solo permite el ingreso de los vecinos y patrulla las calles de la zona ante la posibilidad de ataques antisemitas como ya sucedió en Washington, Tel Aviv, Múnich y Colorado.
Mientras la guerra aérea entre Israel e Irán escala en intensidad, la Ciudad Vieja de Jerusalén amaneció este lunes bajo estricto resguardo policial, en un intento por prevenir posibles ataques terroristas en el corazón histórico y espiritual del país.
La Policía israelí desplegó un operativo especial para prevenir atentados, principalmente de parte de atacantes palestinos vinculados a grupos extremistas como Hamas o Hezbollah, que podrían infiltrarse desde Cisjordania hacia Jerusalén. La hipótesis más temida es la de ataques con cuchillos contra turistas o vecinos, especialmente en las inmediaciones del Muro de los Lamentos, uno de los puntos más concurridos de la ciudad.
.jpeg)
"Pronto tendremos PAZ entre Israel e Irán! Se están llevando a cabo numerosas llamadas y reuniones", aseguró el presidente de Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad vigilan los ingresos y callejones de la Ciudad Vieja, controlan los pocos autos estacionados, revisan tachos de basura -potenciales escondites para explosivos- y solicitan documentos a todas las personas que transitan por las estrechas calles de piedra.
"Chequear los autos y los tachos es clave. Ahí pueden esconder una bomba que asesine a sangre fría", explicó un portavoz de seguridad local, justificando el endurecimiento de los controles.
El ambiente es tenso. Los negocios están cerrados, los turistas permanecen en sus hoteles y el movimiento en las calles es casi nulo, incluso durante el día, por razones de fuerza mayor. Las autoridades locales temen un ataque durante la noche, como ya ha ocurrido en otros momentos de máxima tensión. "Irán ataca cuando cae la noche", se escucha entre los agentes que resguardan los accesos a la muralla histórica.
Además, la asociación informó que coordinará un plan con las autoridades nacionales para repatriar a los argentinos que se encuentran en territorio israelí.
El conflicto entre Israel e Irán ha reactivado viejos temores en Jerusalén, una ciudad cargada de simbolismo religioso y político, que suele ser epicentro de tensiones regionales. A medida que avanza la guerra aérea, el gobierno israelí se prepara no solo para ataques de misiles, sino también para acciones terroristas más directas y urbanas.
Por ahora, la Ciudad Vieja permanece en silencio, interrumpido solo por el sonido de radios policiales y el eco de pasos cautelosos sobre las piedras centenarias. La calma, temen muchos, podría ser apenas la antesala de un nuevo estallido.
.jpg)
.jpg)
