Aunque Trump podría decidir no aplicar nuevas sanciones, como ha hecho en el pasado, ha expresado su preocupación de que estas medidas puedan alejar a Rusia de las negociaciones de paz. Durante una llamada telefónica con Putin, Trump sugirió que Rusia y Ucrania deberían negociar directamente un acuerdo de paz, con la ayuda de Europa y Estados Unidos.

Rusia planea enviar su memorando no solo a Ucrania, sino también a EE.UU., lo que sugiere que Trump no se ha desvinculado completamente de una posible participación futura. El secretario de Estado, Marco Rubio, también discutió el tema con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, quien mencionó que Rusia estaba preparando un documento con sus requisitos para un alto el fuego.

Mientras EE.UU. espera con frustración, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, acusó a Putin de "simplemente estar jugando con la diplomacia". Legisladores demócratas y republicanos están presionando a Trump para que aumente las sanciones estadounidenses tras los recientes ataques. Un proyecto de ley bipartidista en el Senado busca imponer nuevas medidas "devastadoras" a Moscú, incluyendo sanciones secundarias.

Tras hablar con Putin la semana pasada, Trump comunicó a líderes europeos que, por ahora, no se uniría a ellos en la aplicación de nuevas medidas contra Moscú. Rubio explicó que Trump cree que las sanciones podrían interrumpir las conversaciones, y que es valioso mantener el diálogo para llevar a Rusia a la mesa de negociaciones.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su esperanza de que Trump cambie de rumbo, sugiriendo que Trump se da cuenta de que Putin mintió sobre su disposición a la paz. Trump ha considerado previamente sanciones al sector bancario ruso y sanciones secundarias a compradores de productos energéticos rusos, pero no está claro qué medidas específicas está considerando tras el reciente bombardeo ruso en Ucrania.