Este lunes, por primera vez en once semanas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) logró ingresar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Un total de nueve camiones, cinco de ellos coordinados directamente con autoridades israelíes, transportaron alimentos para bebés e insumos esenciales, en un operativo que marca un avance, aunque limitado, en medio de una de las peores crisis humanitarias del conflicto.

El ingreso fue autorizado tras el anuncio del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien ordenó el levantamiento parcial del bloqueo sobre el enclave palestino. Los camiones fueron inspeccionados por la Autoridad de Puntos de Paso del Ministerio de Defensa y el organismo COGAT, encargado de coordinar las actividades civiles en los territorios palestinos.

No obstante, desde la ONU el gesto fue recibido con cautela. El jefe de Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, valoró la medida pero advirtió que se trata de "una gota en el océano". Según explicó, la asistencia ingresada es importante pero insuficiente para hacer frente a la dimensión del desastre humanitario.

Fletcher expresó su preocupación por el riesgo de saqueos, el agravamiento de la crisis alimentaria y la falta de seguridad para los convoyes, que continúan siendo vulnerables a los bombardeos. También cuestionó el nuevo sistema de distribución propuesto por Israel -negociado con Estados Unidos- que colocaría el reparto de la ayuda bajo control militar israelí. La ONU insiste en mantener los canales tradicionales para distribuir la asistencia y reclama la apertura de al menos dos pasos fronterizos adicionales, junto con la agilización de trámites y garantías de seguridad en las zonas de reparto.

Mientras tanto, el conflicto armado sigue provocando víctimas civiles. Según cifras oficiales de Israel, el último ataque de Hamás dejó 1.218 muertos y 251 personas secuestradas, de las cuales 57 siguen cautivas. La respuesta militar israelí en Gaza, por su parte, ya ha causado más de 53.486 muertes, según el Ministerio de Salud gazatí, cifras consideradas confiables por la ONU.

La situación humanitaria continúa deteriorándose, mientras los esfuerzos diplomáticos por garantizar un acceso humanitario sostenido enfrentan múltiples obstáculos logísticos y políticos.