El gobierno indio justifica los ataques, denominados "OPERACIÓN SINDOOR", como "ataques de precisión contra campamentos terroristas.
La región de Cachemira se encuentra al borde de una crisis mayor después de que India confirmara haber lanzado ataques con misiles contra nueve emplazamientos en territorio pakistaní en la madrugada del miércoles. Esta acción, calificada por Islamabad como una "atroz provocación" y una promesa de represalias, eleva significativamente la tensión entre las dos potencias nucleares.
El gobierno indio justifica los ataques, denominados "OPERACIÓN SINDOOR", como "ataques de precisión contra campamentos terroristas" ubicados en la Cachemira controlada por Pakistán, alegando que desde allí se planean y dirigen ataques contra India. Esta justificación surge tras el reciente ataque en Pahalgam, Cachemira, donde decenas de indios fueron asesinados, y del que Nueva Delhi culpa a Islamabad.
Según el ejército pakistaní, tres lugares fueron atacados: dos en la Cachemira controlada por Pakistán y uno en Bahawalpur, en la provincia de Punjab. Se reportan al menos tres personas muertas como resultado de los ataques. Un portavoz militar pakistaní, el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, ha declarado que Pakistán tomará represalias "en el momento que consideremos oportuno".
La respuesta internacional se mantiene atenta ante la escalada de la situación. Irán ha ofrecido su mediación y su Ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, tiene previsto viajar a Nueva Delhi tras mantener conversaciones en Islamabad.
La acción militar india se produce después de semanas de acusaciones cruzadas y crecientes tensiones entre ambos países. Nueva Delhi acusa a Islamabad de respaldar a grupos armados que operan en la Cachemira india, mientras que Pakistán niega estas acusaciones. Además, se han registrado intercambios de disparos nocturnos a lo largo de la Línea de Control, la frontera de facto en Cachemira.
El primer ministro indio, Narendra Modi, había declarado previamente que India "identificaría, rastrearía y castigaría a todos los terroristas y a sus patrocinadores" responsables del ataque en Pahalgam. La policía india ha emitido órdenes de búsqueda contra tres sospechosos, dos pakistaníes y un indio, presuntamente pertenecientes a Lashkar-e-Taiba, un grupo terrorista designado por la ONU.
La tensión se ve exacerbada por la reciente declaración de Modi sobre el uso exclusivo del agua para beneficio de India, sugiriendo la suspensión del Tratado de las Aguas del Indo, un acuerdo de 65 años que regula el agua esencial para Pakistán. Islamabad ha advertido que manipular los ríos que fluyen desde India hacia su territorio sería un "acto de guerra".
India y Pakistán han mantenido una tensa relación desde su independencia en 1947, con la región de Cachemira como principal foco de disputa. Los rebeldes en la Cachemira india han librado una insurgencia desde 1989, buscando la independencia o la fusión con Pakistán.
La situación actual plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad regional y la posibilidad de un conflicto mayor entre las dos potencias nucleares. La comunidad internacional observa con atención los acontecimientos y busca vías para promover el diálogo y la desescalada.