Un misil lanzado rebeldes hutíes explotó el domingo cerca de la Terminal 3 del principal aeropuerto de Israel. Las operaciones fueron suspendidas durante una hora.
Tres personas resultaron heridas "una de ellas de manera moderada" este domingo tras la caída de un misil hutí en las inmediaciones de la Terminal 3 del Aeropuerto Ben-Gurión, en Tel Aviv. Según el servicio de emergencia Magen David Adom, una de las víctimas se lastimó mientras corría hacia un refugio.
Los heridos fueron atendidos en el lugar y luego trasladados al Centro Médico Shamir, ubicado en la localidad de Tzrifin. Allí, una persona permanece en observación en la sala de traumatología, mientras otras cuatro están fuera de peligro.
El misil, lanzado desde Yemen por los hutíes "grupo rebelde chiita respaldado por Irán", impactó en el área de acceso vehicular al aeropuerto, provocando daños materiales y una inmediata interrupción de las operaciones aéreas. Las autoridades israelíes suspendieron temporalmente todas las salidas y llegadas, aunque el tráfico fue restablecido cerca de una hora después.
Fuentes de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) señalaron que aún no está claro si se trató de un impacto directo o si fueron fragmentos del misil los que alcanzaron la zona. La Radio del Ejército confirmó que el proyectil no fue interceptado, pese a varios intentos, y la organización de emergencias United Hatzalah aseguró que el misil no ingresó formalmente al espacio aéreo del aeropuerto.
"Quien nos haga daño recibirá siete golpes a cambio", advirtió el ministro de Defensa, Israel Katz, tras el ataque.
Por precaución, la policía acordonó el área afectada y especialistas en explosivos trabajan en la zona en busca de metralla.
El episodio del domingo se produjo menos de 24 horas después de que las sirenas antiaéreas sonaran en distintas partes del país por otro ataque desde Yemen que sí fue interceptado por las FDI.
Fue enviado a 393 personas un día como hoy, hace 47 años, por un responsable de marketing empresarial. A casi cinco décadas de su indeseado recorrido, sigue vigente más allá de las promesas para erradicarlo.