Proyectos de ley en al menos 14 estados buscan limitar el uso de dispositivos móviles durante el horario escolar, en respuesta a estudios que vinculan redes sociales con ansiedad y depresión en adolescentes
Un número creciente de estados en los Estados Unidos está considerando la implementación de leyes que prohíban o limiten el uso de teléfonos celulares en las escuelas, en un esfuerzo por reducir distracciones en el aula y abordar preocupaciones sobre la salud mental de los estudiantes.
Según un informe de NBC News, esta tendencia legislativa busca establecer entornos educativos más productivos en un contexto donde los dispositivos móviles y las redes sociales desempeñan un papel central en la vida de los adolescentes.
En la última semana, legisladores de Alabama, Maryland y New Hampshire anunciaron propuestas para restringir el uso de celulares durante el horario escolar. Estas iniciativas se suman a las presentadas en 11 estados desde diciembre de 2024, según el grupo de investigación de políticas de salud KFF.
Si estos estados aprueban la legislación, se unirán a ocho más -incluidos California, Florida, Indiana, Luisiana, Minnesota, Ohio, Carolina del Sur y Virginia- que ya han impuesto restricciones en las escuelas públicas a nivel estatal.
Padres y expertos debaten sobre las posibles consecuencias de prohibir el uso de celulares en las escuelas
La gobernadora republicana de New Hampshire, Kelly Ayotte, anunció su apoyo a estas medidas durante su discurso inaugural. Ayotte afirmó que "las pantallas están afectando negativamente nuestros entornos de aprendizaje, desviando la atención de los estudiantes y convirtiéndose en un obstáculo para que los maestros hagan su trabajo". En Alabama, el proyecto de ley propuesto incluye sanciones económicas para los estudiantes que incumplan las nuevas normativas.
Por otro lado, varios departamentos de educación en distintos estados han comenzado a emitir recomendaciones o a realizar programas piloto para evaluar el impacto de las restricciones en el entorno escolar. Estas medidas no solo buscan mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, sino también reducir los riesgos asociados al uso excesivo de estas tecnologías, como el ciberacoso y los trastornos relacionados con el uso de redes sociales.
Un punto clave de estas iniciativas es que no están dirigidas únicamente a los teléfonos celulares, sino también al creciente uso de redes sociales. Los legisladores en algunos estados han ido más allá y están considerando prohibiciones amplias para los menores de 16 años, siguiendo el ejemplo de Australia, que en 2024 implementó una restricción de este tipo.
Un creciente número de estados, como Alabama y New Hampshire, propone nuevas normativas para limitar el uso de dispositivos móviles en el entorno escolar
De acuerdo con CBS News, legisladores en Indiana están evaluando un proyecto similar, mientras que el senador republicano por Missouri, Josh Hawley, propuso en 2023 una legislación federal para establecer una edad mínima para acceder a redes sociales. Sin embargo, esta propuesta no prosperó.
La ola de legislación surge en un contexto de creciente preocupación por el impacto del uso de dispositivos electrónicos en los adolescentes. Diversos estudios han señalado que el consumo excesivo de redes sociales está vinculado a problemas como ansiedad, depresión, baja autoestima y trastornos alimenticios.
Según un estudio de Gallup realizado en 2023, el 51% de los adolescentes estadounidenses usa redes sociales durante al menos cuatro horas al día, lo que alimenta los debates sobre los efectos de estas plataformas en la salud mental.
Además, investigaciones recientes indican que los adolescentes dedican gran parte de su tiempo a consumir contenido en plataformas como TikTok, Instagram y Snapchat, lo que afecta su capacidad de concentración y su desempeño en el aula.
A pesar de que estas propuestas han recibido apoyo bipartidista en algunos estados, no todos están de acuerdo con las restricciones. Muchos padres consideran que el acceso a los teléfonos celulares es una cuestión de seguridad pública.
Jeara Underwood, madre soltera de cuatro hijos en Colorado, expresó que retiraría a sus hijos de las escuelas públicas si se prohíbe el uso de celulares. Aunque Colorado no cuenta con una política estatal al respecto, algunos distritos han comenzado a implementar restricciones parciales.
"Si algo sucediera en la escuela, mi hijo debería poder usar su celular para pedir ayuda o contactarme", dijo Underwood, destacando que, aunque sus hijos no deberían usar los teléfonos durante las clases, los mantienen en sus mochilas por precaución.
Otros críticos argumentan que estas restricciones son ineficaces para abordar los problemas de fondo. Mary Alvord, psicóloga especializada en adolescentes y miembro de la Asociación Estadounidense de Psicología, explicó que las prohibiciones amplias pueden generar nuevos problemas disciplinarios y no reflejan la realidad tecnológica actual.
Según Alvord, enseñar a los jóvenes a usar la tecnología y las redes sociales de manera responsable es un enfoque más productivo que simplemente prohibir su uso. "Es como prohibir libros", señaló Alvord. "Pierdes muchas oportunidades de aprendizaje si no enseñas alfabetización mediática". También advirtió que las restricciones legales tardan tiempo en modificarse, mientras que la tecnología avanza mucho más rápido que los legisladores.
Alvord reconoció que las medidas restrictivas podrían reducir el ciberacoso y ayudar a los estudiantes a mantener la atención durante las clases. Sin embargo, insistió en la importancia de establecer límites claros y enseñar a los adolescentes cómo gestionar su tiempo en línea y fuera de él.