Mundo El terrible choque de dos aviones

A 45 años de la peor tragedia aérea: 583 muertos y dos Boeing 747 destruidos

El desastre en el que chocaron un avión de Panam Airways y otro de KLM, en 1977, cambió para siempre las reglas de seguridad en la aviación internacional.

Domingo, 27 de Marzo de 2022

El 27 de marzo de 1977 ocurrió el peor accidente aéreo de la historia.

Dos aviones Boeing 747, de Panam Airways y KLM, chocaron en la pista de despegue del aeropuerto Los Rodeos, en Tenerife, Islas Canarias, España, y dejaron 583 muertos.

Una cadena de eventos desafortunados causó la catástrofe.

El capitán Robert Bragg, copiloto del avión de Panam, fue uno de los sobrevivientes de la tragedia.

Bragg murió en febrero de 2017, pero en marzo de 2016, el programa Witness de la BBC pudo entrevistarlo sobre el desastre que cambió para siempre los procedimientos de seguridad en la aviación internacional.

Aquí compartimos su testimonio:

Desvíos

“Siempre creí que fue culpa del capitán de KLM por tratar de despegar sin autorización”, le dijo Bragg la BBC.

Fue el domingo 27 de marzo de 1977.El día del accidente, Bragg iba como copiloto de un vuelo de Panam desde Los Ángeles, Estados Unidos, hasta la isla de Gran Canaria, España.

Pero el aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria había sido cerrado por la explosión de una bomba, detonada por el grupo separatista Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC).

Varios vuelos que se dirigían ahí habían sido desviados a la isla vecina de Tenerife, cuyo aeropuerto era más pequeño.

Cuando le faltaba poco tiempo para aterrizar en su destino original, el avión en el que iba Bragg también fue desviado.

Así, el aeropuerto de Tenerife se llenó de aeronaves que esperaban la oportunidad de seguir a sus destinos.

Sin visibilidad

Otro de los aviones que también tuvo que aterrizar en Tenerife fue un Boeing 747 de KLM.El aparato estaba bajo el mando del capitán Jacob van Zanten, un veterano y extremadamente experto piloto holandés.

“En ese momento, nadie sabía cuánto tiempo iba a estar cerrado el aeropuerto de Las Palmas. Estábamos ahí simplemente esperando. El aeropuerto abrió como una hora y media después y todo el mundo empezó a alistarse para despegar”, recordó Bragg hace un año.

“EL KLM estaba estacionado justo frente a nosotros y el piloto decidió empezar a recargar combustible, casi al mismo tiempo que reabrieron el aeropuerto de Las Palmas”, contó el sobreviviente.

Los registros muestran que Van Zanten, de KLM, y su tripulación estaban llegando al límite del tiempo permitido por cada vuelo.Recordando el episodio, Bragg sostuvo que el piloto quizás estaba apurado por seguir su camino.“No puedes apresurarte. Tienes que tomarte tu tiempo. Uno no se apura para despegar ni para aterrizar”, le comentó el copiloto a Witness.

Fue el domingo 27 de marzo de 1977


El avión de Panam estaba estacionado detrás del de KLM cuando se les ordenó a los pilotos que retrocedieran por la pista y dieran la vuelta para despegar.Pero justo cuando los dos aviones se estaban moviendo, el tiempo cambió dramáticamente.

El aeropuerto de Tenerife está construido en un lugar propenso a llenarse de niebla, le dijo a la BBC en 2014 Graham Braithwaite, profesor de Investigación de Seguridad y Accidentes de la Universidad de Cranfield, en Reino Unido.

“La pista se llenó de niebla y la visibilidad se redujo a unos 100 metros. Ya no podíamos ver al avión de KLM”, recordó Bragg.Las transcripciones de las grabaciones de ambos aviones indican que hubo confusión en sus cabinas.

El avión de Panam recibió la orden de salir de la pista para permitirle al de KLM despegar. Pero no estaba claro qué salida debía tomar, así que seguía en la pista cuando la aeronave de KLM empezó a acelerar.

“Supimos que venía por la pista hacia nosotros por las luces de aterrizaje que estaban brillando. Al principio no nos asustó porque pensé que sabía que estábamos ahí”, contó Bragg.

Cuando el copiloto de Panam vio claramente al KLM, ya estaba a unos 60 metros de ellos. “Estaba viniendo por la pista directamente hacia nosotros”, recordó.

Según la transcripción de lo que sucedió en la cabina del KLM, cuando el piloto Van Zanten empezó el proceso de despegue, fue interrumpido por el copiloto, que le recordó que no tenían “autorización” para realizarlo.

En los años 70, cuestionar a un piloto era bastante inusual.

Unos minutos después, cuando Van Zanten retomó el despegue, un ingeniero del avión se mostró preocupado. “¿El avión Panam ya desocupó la pista?”, le preguntó. “Sí”, respondió el piloto con confianza.

Pero estaba equivocado.

“Escuchamos un ‘bum’ muy corto”

“No podía creerlo. No podía creer que se estuviera moviendo. No podía creer que estuviera despegando”, le dijo Bragg a la BBC en 2016.

KLM y PANAM

Bragg calcula que el piloto de KLM iba corriendo a una velocidad de 240 kilómetros por hora.

“Empecé a gritar ‘sal de la pista’, ‘sal de la pista’, ‘sal’. Pasó tan rápido, que no tuvimos tiempo de pensar”, contó el copiloto de Panam.

“Habrían pasado unos 10 o 15 segundos desde que lo vimos hasta que nos chocó. Nos debe haber visto al mismo tiempo que nosotros lo vimos, porque rotó el avión y subió una llanta para despegar, de manera tan fuerte que golpeó la cola del avión”.

Parecía que el capitán Van Zanten estaba desesperado por despegar por encima del otro Boeing, pero como acababa de recargar combustible, el avión estaba muy pesado.

“Escuchamos un ‘bum’ muy corto. El ruido y el movimiento no fueron muy fuertes. Pensé que no nos había chocado”, recordó el sobreviviente.

Pero el avión de KLM sí los había chocado. Siguió andando por la pista y luego estalló en llamas, sin dejar ningún sobreviviente.

En la aeronave de Panam, la tapa de la cabina había desaparecido.

“Cuando me di cuenta del daño, salté, había unos cuatro metros de la cabina al suelo”, recordó Bragg.

Los restos


“Felizmente caí en una superficie de pasto. Si hubiera caído en el pavimento, me hubiera roto las piernas. Me levanté y vi que había unas 50 personas en el ala izquierda del avión. Les empecé a decir que bajen. Después de que habíamos estado ahí unos cinco minutos, el avión explotó. El avión se deshizo”.

61 personas escaparon del avión de Panam, pero la niebla era tan densa que pasaron varios minutos hasta que los rescatistas se dieron cuenta de que había dos aviones en llamas en la pista.

Más tarde, los investigadores dijeron que terminologías no estandarizadas llevaron a confusiones y que transmisiones importantes de los dos aviones a la torre de control no fueron recibidas.

El operador de radio hablaba al mismo tiempo, por lo que se bloqueaban mutuamente.

La cultura de las cabinas de los pilotos cambió. Todos los tripulantes de cabina están entrenados para cuestionarse entre ellos, sin importar su rango.

“Si hubiera escuchado a su copiloto y a su ingeniero, (Van Zanten) no hubiera despegado, porque las revisiones previas al despegue no se habían completado”, concluyó Bragg.

Los restos


“Él simplemente ignoró todo el proceso de despegue. Nadie sabrá nunca por qué tenía tanto apuro y despegó de la forma que lo hizo”, dijo Bragg

Robert Bragg siguió volando hasta 1997.

¿Quién tuvo la culpa?

1) El caso de la torre de control.

¿Esa torre es adecuada? Hasta cierto punto. Lo normal es que no operen Jumbos. Fue una emergencia absoluta. El aeropuerto no tiene radar de tierra: un aparato de alto costo… que hubiera evitado el accidente. Pero no es el único caso. Otros admiten la misma carencia.

2) ¿El personal de la torre es eficiente?

No del todo. Es joven y de poca experiencia. En los últimos meses hubo huelgas y paros de controladores, y eso obligó al ingreso de personal improvisado. Todos están bajo sumario secreto.

3) ¿Cómo fue el diálogo entre ese personal y los dos pilotos?

KLM: –Listo para despegar.

Torre: –Mantenga la posición. Pan Am, ¿abandonó la pista de despegue?

PAN AM: –No.

Torre: –Hágalo y avise cuando deje la pista libre.

El avión de KLM inició el despegue, y a los pocos segundos chocó al avión de Pan Am, que salió de la pista lateral. Según esta grabación, el piloto holandés, Veldhuizen Van Zanten, no obedeció la orden de mantener su posición. ¿Culpable directo? No necesariamente.

4) ¿El piloto de KLM equivocó la orden por la mala pronunciación del inglés del controlador?

Es una de las posibles causas más firmes. La orden de esperar en la cabecera de la pista de despegue, según las normas internacionales, es wait to take off. La orden que sigue, la de despegue, es ready to take off, y también ready at take off.

En fonética, las dos suenan así: Orden de esperar: "ueituteic". Orden de despegar: "redituteic".

En inglés bien pronunciado, la diferencia es bastante marcada. Pero según profesores de inglés que consulté en Tenerife y en Madrid, si la pronunciación es deficiente, “ambas órdenes pueden confundirse. Los españoles no hablan buen inglés… y tampoco los holandeses”.

5) ¿Pudo haber otra causa de confusión?

Sí. La distorsión del sonido a causa de la niebla, el mal tiempo y la carga de cumulus nimbus que había en la zona a la hora del accidente, casi las siete de la tarde. Esos factores, a veces, hacen que el sonido llegue en ondas, con picos altos y estridentes, o picos bajos, débiles y estirados.

6) ¿Es cierto que ambos pilotos cruzaron mensajes e intentaron una maniobra desesperada?

No. John Cooper, mecánico de tierra de Pan Am que viajaba junto al piloto del Jumbo norteamericano, fue concluyente:

–Cuando el avión empezó a carretear para alcanzar la cabecera de la pista y ubicarse detrás del Jumbo de KLM, el piloto, el copiloto y yo íbamos mirando los instrumentos. De pronto levanté la vista y vi adelante una gran sombra. El golpe llegó enseguida. El avión se partió,.. ¡y yo quedé colgado del cinturón de seguridad! Salí unos minutos después, agarrándome de las chapas del fuselaje. Nadie se dio cuenta de nada. Y mucho menos los pasajeros.