Berlín teme que un eventual rechazo al tratado presione a los países del bloque sudamericano a acercarse a China y Rusia.
La Unión Europea sigue dividida por la firma de un acuerdo comercial con el Mercosur. Tras un nuevo y enfático rechazo de Francia y Polonia, el gobierno alemán advirtió este martes sobre el riesgo de que un fracaso en las negociaciones lleve a los países del Cono Sur a acercarse a China y Rusia.
"Si el acuerdo no se cierra, entonces en primer lugar Europa habría fracasado. En segundo lugar, Sudamérica buscaría inmediatamente otros socios comerciales, posiblemente China, posiblemente incluso Rusia. Si ello ayudará más a la selva, voy a ponerle un gran interrogante a eso", dijo el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, en alusión a la deforestación de la Amazonas, uno de los ítems esgrimidos para rechazar el tratado.
Pero, sobre todo, "perderíamos un fuerte impulso como respuesta política a esta situación, en la que los aranceles cada vez más altos y las exigencias geopolíticas vuelven a levantar fronteras" advirtió durante un discurso en el marco de una conferencia en Berlín sobre los desafíos y las oportunidades para la golpeada industria alemana.
El Mercosur realizará su cumbre semestral el 6 de diciembre próximo en Montevideo con foco en el acuerdo. A la reunión asistirá Javier Milei.
El ministro alemán se mostró convencido de que el acuerdo comercial con el Mercosur avanzó mucho y se desarrolló de forma más sostenible de lo que se discutió hace tres o cuatro años. Además, aseguró que constituye también "una gran oportunidad para estos países de acercar las dos grandes áreas económicas de Europa y Sudamérica".
Habeck afirmó que las amenazas de la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, pero también la relación con China, pueden convertirse, sin lugar a dudas, después del mercado único europeo, en el mayor reto político para Alemania.
En este sentido, recordó que la mitad del crecimiento alemán proviene de las exportaciones y dijo que, después del mercado único europeo, Estados Unidos y China son los principales socios comerciales de Alemania, pero al mismo tiempo los dos que están causando los mayores problemas o interrogantes en este momento, por diversas razones.
Por ello, subrayó la importancia de "acercar nuevos espacios a Europa o acercar Europa a los nuevos espacios" y, en consecuencia, abogó de nuevo por cerrar cuanto antes un acuerdo con los países del Mercosur.
En tanto, el gobierno francés reiteró este martes su oposición "firme" al acuerdo "en su forma actual". Lo hizo durante un debate en la Asamblea Nacional (cámara baja) mientras continúan las protestas agrícolas.
Francia rechaza "plena y decididamente" al acuerdo "en su forma actual", defendió la ministra de Agricultura, Annie Genevard, para quien esta oposición "firme" no tiene nada de "doctrinario", ya que no se oponen "por principio" a los acuerdos de libre comercio.
Toda la clase política en Francia, desde la izquierda radical a la extrema derecha, expresó su oposición al acuerdo en negociación entre los 27 países de la UE y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por parte del Mercosur, pero con matices.
Ante el malestar agrícola, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el gobierno formado entre su alianza de centroderecha y el partido de derecha Los Republicanos (LR) reiteraron en las últimas semanas que se oponen a la versión del acuerdo "en su forma actual" .
Pero una buena parte de la izquierda y la extrema derecha se oponen a esta formulación, lo que siembra de incertidumbre el esperado voto unánime a una declaración de la Asamblea que busca aumentar la presión sobre la Comisión Europea.
"¿Tomaríamos la ganadería brasileña como modelo? Para la Agrupación Nacional, hoy como ayer, siempre será no", dijo la diputada ultraderechista, Hélène Laporte, criticando por ejemplo el uso de antibióticos como promotores de crecimiento.
El ejecutivo comunitario, dirigido actualmente por Ursula Von der Leyen, negocia en nombre de los países europeos desde hace más de dos décadas, y Alemania y España presionan para que concluya un pacto con el Mercosur para finales de año.
Pero el tratado genera temor entre los agricultores europeos, que temen la llegada masiva de carne de vaca, aves de corral o de azúcar, entre otros productos. En Francia, sacaron de nuevo este martes los tractores a las carreteras para protestar. "Nuestra supervivencia está en juego", aseguró el ganadero Jérôme Bayle, una de las figuras de la masiva movilización de enero.
Pero no solo Francia se opone al acuerdo. Este martes Polonia anunció que "no aceptará" el acuerdo tal como está planteado.
"Polonia no aceptará (...) el acuerdo de libre comercio con los países sudamericanos, es decir, con el bloque Mercosur, en esta forma", dijo el primer ministro Donald Tusk, antes de reunirse con su gabinete en Varsovia. (TN)