Cuando la cantante se muestra en un lugar o usa un producto, beneficia a negocios; sin embargo, en los últimos comicios, su respaldo parece que no surtió efecto
Luego de las elecciones presidenciales en las que el republicano Donald Trump resultó triunfador, las personas han comenzado a recordar que Taylor Swift expresó públicamente su apoyo a la candidata demócrata Kamala Harris, hecho que se pensó sería clave para que consiguiera el suficiente apoyo que le permitiera ganar "el pase" a la Casa Blanca. Sin embargo, al no resultar ganadora, surge la pregunta de si el llamado "efecto Taylor Swift" falló en esta ocasión.
Lo que antes era una red de fans devotos a la música y estilo de la intérprete de "You belong with me", hoy se ha convertido en un inesperado movimiento de base. Muchos "swifties", inspirados por el apoyo de Swift a Kamala Harris, se organizaron en torno a la causa electoral, logrando que muchos reconsideraran su postura frente a la política y la participación ciudadana. Con un enfoque particular en las redes sociales, esta comunidad ha movilizado a miles de nuevos votantes, algo que resalta la capacidad de influencia que puede tener Swift en un proceso electoral.
La red de "swifties" ha adoptado plataformas como Instagram y Twitter para difundir mensajes de participación política de forma orgánica y efectiva. Publicaciones con frases como "en mi era de votar" y memes inspirados en la estética de Swift han circulado ampliamente, motivando a usuarios que de otro modo podrían haberse mantenido al margen. Este tipo de contenido, no ligado directamente a anuncios políticos, resulta atractivo y auténtico para la audiencia joven, permitiendo que el mensaje de participación electoral llegue sin sentirse como una campaña forzada. Según un estudio de la Harvard Kennedy School, la autenticidad de las celebridades como Swift es un elemento clave para reducir la apatía política, en especial en temas complejos como el registro de votantes.
La capacidad de Taylor Swift para movilizar a miles de personas no se limita a la música; su influencia social y política se ha consolidado como un fenómeno capaz de traspasar las fronteras del entretenimiento. Después de expresar públicamente su apoyo a Kamala Harris en las elecciones del pasado 5 de noviembre, Swift compartió un enlace personalizado al sitio de registro de votantes vote.gov en su cuenta de Instagram, donde tiene más de 280 millones de seguidores. La reacción de sus fans y del público en general fue inmediata: en solo un día, el enlace generó un tráfico de 337,826 visitas al portal destinado para nuevos registros, según confirmó CNN. Este tipo de convocatoria destaca la amplitud de su influencia, especialmente entre los votantes jóvenes que suelen tener tasas más bajas de participación electoral.
Swift ha sabido cultivar una imagen pública auténtica y cercana, lo que parece haber jugado un papel crucial en la efectividad de su llamado a votar. Según la Harvard Kennedy School, la autenticidad es un factor clave que define el impacto de las celebridades en temas sociales y políticos. En este contexto, Swift aparece como una voz genuina, alguien que, según el análisis, "no es percibida como un agente político tradicional", sino como una figura que conecta desde un espacio más personal. Este vínculo contribuye a reducir barreras como la desconfianza y la apatía que muchos jóvenes sienten hacia la política.
Ashley Spillane, autora del estudio y experta en estrategias de participación, explicó que celebridades como Swift pueden "abordar eficazmente problemas de apatía electoral porque el público los percibe como figuras de confianza, alejadas de la política tradicional". Esto es especialmente relevante en el caso de votantes jóvenes, que representan un porcentaje significativo de su base de seguidores. Swift no solo animó a estos jóvenes a votar, sino que también les instó a investigar y tomar decisiones informadas, apelando al poder de la autonomía en la toma de decisiones políticas.
A pesar de su masivo nivel de convocatoria, las opiniones de las celebridades tienen poca influencia en los votantes. Así lo refleja una encuesta exclusiva realizada por USA TODAY y la Universidad de Suffolk, que revela que las figuras prominentes de la cultura pop no tienen gran impacto en la decisión electoral de los ciudadanos, con la excepción de los Obamas. Según el sondeo, realizado entre el 3 y el 5 de mayo, el 18% de los votantes probables afirma que la opinión del ex presidente Barack Obama importa "mucho" en sus decisiones, en contraste con un 10% de la influencia que Taylor Swift podría tener, según las personas encuestadas.
En un entorno de extrema polarización política en el país, el estratega político global Louis Perron comentó a USA TODAY que tan solo "aproximadamente el 6% de todos los votantes estadounidenses" es probable que se dejen influenciar por el apoyo de celebridades. Aunque celebridades como Taylor Swift han logrado influir en el registro de votantes jóvenes, su impacto electoral específico es limitado.
Cabe destacar que el de Kamala no es el único caso en el que Taylor Swift se ha pronunciado públicamente sobre algún candidato o partido político. En 2018, la artista hizo pública su preferencia política al apoyar a dos candidatos del Partido Demócrata en las elecciones de Tennessee. Sorprendentemente, esta declaración tuvo un impacto inmediato en el registro de nuevos votantes, logrando que 65 mil personas se inscribieran para votar en menos de 24 horas. Sin embargo, a pesar de este entusiasmo generado entre los simpatizantes demócratas, ambos candidatos finalmente no lograron ganar sus respectivos comicios.
En este sentido, no se puede afirmar que el "efecto Taylor Swift" falló, debido a que se considera más encaminado a conseguir mayor participación ciudadana que a otorgarle la victoria a algún candidato en específico.
El llamado de Swift ha sido especialmente efectivo porque se aleja del formato tradicional de las campañas electorales, donde las celebridades aparecen en anuncios financiados o actos de apoyo. En cambio, su mensaje en redes sociales es directo y natural, lo que aumenta la percepción de sinceridad y cercanía. Esto, junto a su presencia continua en plataformas digitales, ha creado un entorno donde los fans sienten que pueden dialogar y compartir sus opiniones políticas dentro de una comunidad. Los seguidores de la cantante se han organizado para que se comuniquen entre sí sobre temas políticos, un tipo de activismo que no se veía anteriormente en el contexto electoral estadounidense.
Swift representa una de las pocas figuras de alcance global que ha sabido canalizar su influencia de una manera que inspira acción directa. El resultado es claro: con un solo post de respaldo a Harris, Swift fue capaz de generar una de las mayores olas de registros de votantes en la historia reciente de Estados Unidos, un indicativo poderoso de cómo una voz auténtica puede resonar más allá de los discursos y crear un impacto real en la participación democrática.