El cohete Super Heavy, junto con la nave Starship, realizó un ambicioso vuelo de prueba, con maniobras clave que buscan reducir costos y tiempo en futuras misiones espaciales.
Mientras tanto, la nave Starship continuó volando por su cuenta antes de realizar una maniobra de aterrizaje en el Océano índico. SpaceX no esperaba recuperar la nave en esta ocasión.
Este tipo de pruebas, cada vez más complejas, forman parte del desarrollo continuo de SpaceX para reducir el costo de misiones espaciales reutilizando rápidamente tanto los cohetes como las naves.
El objetivo final es optimizar el proceso para que los vehículos puedan volver a despegar en menos de una hora tras su regreso, explicó Elon Musk, CEO de la compañía.
SpaceX planea utilizar la nave Starship para llevar astronautas a la superficie lunar en 2026, como parte de la misión Artemis III de la NASA. La empresa también tiene la ambición de llevar a los primeros humanos a Marte en un futuro.
Con cada vuelo de prueba, la compañía ha demostrado avances importantes, como la capacidad de los cohetes de realizar maniobras de aterrizaje sobre el océano, acercándose cada vez más a su visión de misiones espaciales rápidas y eficientes.

El Sumo Pontífice habló luego de que cinco miembros de la fuerza de ayuda resultaron heridos en un ataque israelí.