Francia acude a las urnas este domingo para la primera ronda de elecciones parlamentarias anticipadas, en un escenario que podría otorgar el poder a la extrema derecha por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. El presidente Emmanuel Macron convocó a la votación tras la derrota de su alianza centrista en las elecciones europeas, siendo superada por la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen. Este partido, conocido por su euroescepticismo y postura antiinmigración, se encuentra más cerca del poder que nunca.

Los más de 49 millones de votantes tendrán que acudir a las urnas este domingo 30 de junio y el próximo 7 de julio, donde se elegirán a los 577 diputados que conformarán la Asamblea Nacional.

Los primeros sondeos y proyecciones de escaños se esperan para la noche, pero el resultado final no se conocerá hasta el 7 de julio.

Marine Le Pen expresó confianza en la victoria de su partido, asegurando que obtendrían la mayoría absoluta. "Vamos a ganar la mayoría absoluta", declaró. Jordan Bardella, su protegido de 28 años, se perfila como primer ministro, con un programa económico de alto gasto y una firme reducción de la inmigración.

El sistema electoral francés complica las estimaciones exactas del reparto de escaños en la Asamblea Nacional. En tanto, la participación electoral era notablemente alta al mediodía, con un 25.9% frente al 18.43% de las elecciones de 2022, según el Ministerio del Interior.

Las encuestas sitúan a la RN con una ventaja del 33%-36% del voto popular, seguida por la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular con un 28%-31% y la alianza centrista de Macron con un 20%-23%. Vincent Martigny, profesor de ciencias políticas, destacó la dificultad de predecir los resultados exactos debido al sistema electoral y advirtió que "el voto dividido favorece a la Agrupación Nacional".