Los dispositivos habrían sido “pirateados en origen” por agentes del Mossad antes de ser enviados al grupo islamista, que los había comprado hacía poco, señalan expertos
La explosión simultánea de los beepers de cientos de miembros del grupo terrorista Hezbollah en el Líbano y Siria, que dejó por lo menos nueve muertos y 2750 heridos, parece resultado de una infiltración en la cadena logística de la agrupación y sería un nuevo éxito de los servicios secretos israelíes.
Según dijo a AFP una fuente próxima a Hezbollah, “los beepers que explotaron conciernen a una carga importada recientemente por Hezbollah de mil aparatos” desde Taiwán, que parecen haber sido “pirateados en origen”.
“Según las grabaciones de video, seguramente se ocultó un pequeño explosivo de tipo plástico al lado de la batería, para que fuera activado a distancia a través del envío de un mensaje”, dijo en la red social X Charles Lister, experto en el Middle East Institute (MEI).
Según Lister, esto significa que el Mossad, servicio de inteligencia exterior israelí, “se infiltró en la cadena de suministro”.
Una ambulancia de la Cruz Roja pasa a toda velocidad por las calles de Beirut con heridos por las explosiones de los beepers
Los agentes quizá se “infiltraron en el proceso de producción y añadieron en los beepers un componente explosivo y un detonador capaz de ser activado a distancia, sin despertar sospechas”, dijo el analista militar Elijah Magnier, radicado en Bruselas, quien aludió a “un fallo de seguridad importante en los protocolos de Hezbollah”.
“Ya fuera haciéndose pasar por un proveedor o incorporando los equipos manipulados directamente en la cadena logística de Hezbollah a través de sus puntos de vulnerabilidad [camiones de transporte, buques mercantes], lograron distribuir los beepers dentro de la organización”, dijo Mike DiMino, experto en seguridad y exanalista de la CIA.
Ambulancias entran en la American University of Beirut Medical Center, tras las explosiones de cientos de beepers
Otra hipótesis, según Riad Kahwaji, analista en temas de seguridad radicado en Dubái, sería que, como “Israel controla una gran parte de las industrias electrónicas del mundo, quizá una de las fábricas que posee fabricó y expidió esos aparatos explosivos que explotaron hoy”.
Esta operación, un ciberataque sofisticado pero con herramientas muy pasadas de moda, supondría un nuevo éxito espectacular de los servicios israelíes, tras el asesinato en Teherán, a finales de julio, del líder político del movimiento islamista palestino Hamas, Ismail Haniyeh. Según The New York Times, en esa ocasión se había ocultado una bomba dos meses antes en el edificio.
El humo se eleva tras un bombardeo israelí sobre el pueblo de Khiam, en el sur de Líbano, el 23 de agosto de 2024, en medio de los enfrentamientos transfronterizos entre las tropas israelíes y los combatientes de Hezbollah