Estilo y Cultura Estética

Motivos para usar mascarillas faciales

Dedicar 10-15 minutos más al cuidado del rostro con una mascarilla y aprovechar ese rato para relajarse es un mimo para poner en práctica al menos una vez a la semana.

Jueves, 17 de Febrero de 2022

Dentro de la rutina de belleza hay productos que son esenciales como los limpiadores o la protección solar, y otros que, aunque no son imprescindibles, pueden ayudar a mejorar el estado de la piel, como las mascarillas.

Cinco beneficios:

– Limpian en profundidad: gracias a su efecto détox. Absorben las impurezas y el exceso de grasa, limpian los poros para conseguir una piel más limpia y radiante. Son perfectas para las pieles grasas y mixtas, sobre todo.

– Hidratan: en las pieles secas, una mascarilla facial hidratante ayuda a incrementar la hidratación y evitar la pérdida de humedad, devolviéndole el confort y evitando la sensación de tirantez. Son muy recomendables para usar por la noche, cualquier día y especialmente después de una jornada al sol.

– Iluminan: las mascarillas con efecto iluminador y antiedad consiguen aportar al rostro jugosidad y ese brillo que se va perdiendo con el paso de los años. Son las favoritas de las pieles maduras, pero también de cualquiera que tenga signos de cansancio por falta de descanso o estrés.

– Alisan las arrugas y rejuvenecen: Las mascarillas antiedad consiguen que la piel se vea más joven y redensificada, con las arrugas menos visibles, y los signos de cansancio mitigados. Ideales para las pieles cansadas o envejecidas.

– Efecto flash: estos productos suelen presentar una concentración alta de activos lo que repercute en la piel. Los efectos de muchos son inmediatos y por eso son perfectos también para preparar el cutis antes de un evento importante, o siempre que se note el rostro apagado y cansado.

Las mascarillas faciales se presentan en diversos formatos y texturas: las clásicas son en crema o barro. Desde hace unos años las que triunfan son las mascarillas velo, que resultan muy cómodas, porque luego no se tienen que retirar con agua. Lo esencial es elegir siempre una adecuada al tipo de piel y necesidad.

Se aplican siempre sobre el cutis limpio y seco. Preferentemente por la noche, pero se pueden aplicar también por la mañana o en cualquier momento. Después de eliminarla, hay que seguir con el ritual habitual: sérum, crema, contorno de ojos. Hay que ser constante para ver resultados y usarlas al menos una vez a la semana.

No deberías preparar mascarillas caseras ya que pueden acarrear algún problema para la piel. Ciertos ingredientes, habituales en ellas, pueden provocar irritaciones. Por ejemplo, el limón puede modificar el pH de la piel, lo que alteraría su función barrera. Las sensibles, con rosácea o brotes de acné, podrían sufrir irritaciones si se aplican productos caseros que no tienen ningún tipo de control. Además, pueden llevar alguna bacteria que estaríamos aplicando en nuestro cutis.