El rasurarse las axilas puede tener sus pros y sus contras en las mujeres.
Durante largo tiempo, la apariencia de las axilas de las mujeres han abierto un debate. A pesar de que los estereotipos y la publicidad indican que esta área debe estar ‘limpia’, hay quienes aseguran que solo es una norma social.
Según el portal El Sol de México, las personas que se pronuncian sobre el tema de eliminar el vello corporal; hay evidencia de que esta práctica tiene más de 100 mil años; históricamente comenzó arrancando uno por uno, hasta llegar a otro tipo de herramientas.
Quitarse el vello de las axilas tiene relación con eliminar malos olores, infecciones y plagas, sobre todo cuando se trata de las mujeres, quienes tienen más presión para hacerlo y así estar “bellas”. No es que sea una práctica para preservar la salud, sino solo de cuestión estética.
Pese a los estigmas de tener la axilas velludas, hay mujeres que se han unido a lo que algunos consideran rebeldía y los han dejado crecer con libertad sin tener a mostrarlos como lo natural que es, y sin tomar en cuenta las críticas que se tornan al respecto.
Las personas libres de prejuicios que permiten el nacimiento y crecimiento de su vello corporal lo muestran en imágenes de redes sociales, algunos lo consideran fetiche, aunque lo cierto es que se trata de algo que el cuerpo humano produce.
Lo que sucede es que el paso del rastrillo, el láser, la cera para depilar y otros métodos, han sido impuestos para establecer estándares de la belleza y la moda que surgen desde la pre-adolescencia.
Sin embargo, los factores que no se toman en cuenta con esta imposición o costumbre es que quitarse el vello de las axilas puede generar cortes, irritación, erupciones en la piel y hasta infecciones.
Algo más que se pasa por alto es que al tener las axilas depiladas (por el proceso que sea) el uso de químicos que se aplica bajo los brazos en forma de desodorantes para evitar la transpiración, muchos de estos compuestos de aluminio, conducen al aumento de cáncer de mama.