La decoración natural o a la elaborada con elementos reciclables, como papel y cartón, harán que el festejo sea sostenible y ecológico.
Dejar volar rumbo al cielo globos de todos los colores en un cumpleaños infantil se ve muy lindo, pero los restos son muy dañinos para el ambiente. ¿Tendríamos que renunciar a disfrutar de esto en la planificación de una fiesta para los chicos?
Tanto expertos en consumo como ambientalistas consideran que de ninguna manera hay que dejarlos volar libremente. Y es que los restos de los globos en la naturaleza son especialmente peligrosos para animales que los pueden confundir con alimento.
“Sobre todo los pájaros pueden morir a causa de esto. Además, hay animales que pueden resultar estrangulados con la piola”, dice una portavoz de la organización ecologista alemana Naturschutzbund Deutschland (Nabu).
Si los restos van a parar al estómago de los animales, lo taponan y pueden llevar a que mueran de hambre, advierte la organización ambientalista germana BUND. A todo esto, se suma el hecho de que van a parar a la naturaleza microplásticos y químicos.
Además, en la fabricación de los globos pueden generarse las llamadas nitrosaminas, que son cancerígenas. Cuando uno infla el globo con la boca, esas sustancias pueden ir a parar al cuerpo.
Pero hay ideas alternativas. Kerstin Effers, asesora de consumo, señala que los niños, por ejemplo, pueden soltar burbujas de jabón o cometas (barriletes) rumbo al cielo, o decorar ventanas con pinturas especiales, o dibujar con tiza en la calle.
Asimismo, las guirnaldas de tela, las de cartón o las que están hechas de materiales naturales como ramas y flores también son decoraciones reutilizables y una buena alternativa, según la especialista en ambiente y cuidado de la salud. En el caso de chicos pequeños, debería prestarse atención a no utilizar para ello plantas venenosas.
Si los niños quieren jugar con algo redondo, los globos se pueden sustituir, por ejemplo, por pelotas de tela.