El periodista se encuentra enamorado desde hace algunos años, pero ella se encuentra sumergida en su perfil bajo, por lo que pocas veces se muestran juntos en público.
Detrás del periodista rígido, con personalidad y sin temor a enfrentar a los problemas, hay un hombre dulce y enamorado. Es que Baby Etchecopar se encuentra profundamente enamorado de Silvina Cupeiro, su actual pareja, quien apareció en un momento de dolor para impulsarlo nuevamente en la vida.
Sucede que el periodista estuvo más de 30 años con la madre de sus hijos, quien asegura que fue una de las mujeres más importantes de su vida. Sin embargo, en 2016 ella falleció de cáncer dejándole un profundo dolor por su pérdida. Tan es así que en algún momento declaró: "Yo morí con mi mujer".
"La mejor persona que conocí en mi vida fue la madre de mis hijos. Yo fui un barrilete y ella tenía la punta del hilo. Después pasan cosas en la vida, viene la abundancia, los buenos sueldos, los buenos autos, y es lindo. Pero cuando no hay nada, era la que salía con un peso para comprarle la leche a mi hijo. Ella salía a pedir fiado. Una leona", recordó Baby Etchecopar en una nota en Debo Decir, hace tiempo.
Sin embargo, luego de lo que fue el dolor por la pérdida de su esposa, apareció otra mujer, quien logró encantarlo y ayudarlo a superar el proceso de duelo que se encontraba transitando. Se trata de Silvina Cupeiro, hija de Jorge, recordado piloto de automovilismo.
Baby Etchecopar y Silvina Cupeiro se conocieron en un evento y desde ahí comenzaron a construir el amor que los une hasta el día de hoy. Tan es así que actualmente se encuentran conviviendo y con ambas familias ensambladas, ya que ambos tienen hijos de su matrimonio anterior.
“Con Silvina armamos una linda pareja, tiene tres hijas, yo también tengo tres hijos. Agrandamos la familia y estamos muy felices”, confesó, en diálogo con La Nación, respecto a cómo lograron que la familia se ensamble.
Asimismo, Baby Etchecopar también se animó a hablar sobre el importante rol que cumplió ella luego de lo que fue la dolorosa pérdida que debió enfrentar: “Silvina es la alegría de mi vida. Me devolvió las ganas de vivir. La pasé muy mal después de la muerte de mi mujer. Estuve mucho tiempo viudo y, la verdad, un hombre solo no es el estilo de vida que me gusta”.