Espectáculos Historias

La tragedia de Jan-Michael Vincent, de la serie Lobo del aire: lo tenía todo para ser una estrella, pero murió solo y endeudado

Llegó a la actuación por casualidad, sin estudios previos, pero eso no fue un impedimento para convertirse en una de las grandes del cine y la televisión. En los 80 tocó el cielo con las manos. Y a su vez, conoció el infierno

Martes, 25 de Octubre de 2022
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Vincent nació el 15 de julio de 1944, en Denver, Colorado. Cuando era niño sus padres se mudaron a California. Su historia familiar resulta bastante particular: su abuelo fue un reconocido ladrón de bancos en los 20 y 30. Y dos tíos suyos fueron condenados por seguir el mismo camino. Floyd, el padre de Jan-Michael, quedó huérfano cuando tenía apenas 12 años. Siempre se mantuvo al margen de cualquier actividad delictiva. Estuvo en combate en la Segunda Guerra Mundial y cuando regresó –en 1941-, al poco tiempo conoció a Doris para que, fruto de esa relación, naciera el actor.

Pero Floyd cayó en el alcoholismo y su hijo creció en un hogar en el que las cosas no andaban bien. A poco de haber terminado la secundaria Jan-Michael ingresó a la Guardia Nacional del Ejército de los Estados Unidos. Fue allí, en esto que llamamos golpe de suerte, que un cazatalentos lo vio y le propuso hacer cine. Nunca había estudiado actuación, hasta ese momento jamás había estado en sus planes. Pero el hombre que lo descubrió notó algo especial en este joven que en los ratos libres que le dejaba el estudio, se encargaba de entretener a sus compañeros. Talento puro que alguien se encargaría de pulir.

Su primer trabajo fue Los bandidos, en 1967. Allí empezó esta rica historia. Luego de eso Dick Clayton, uno de los agentes de casting más prestigios de entonces, no dudó en contratarlo para que fuera una de las figuras de Universal Estudios. Allí hizo The Hardy Boys, tuvo una participación en Dragnet y participó de Lassie, una películas emblemática. Sobre el cierre de la década estuvo en tres capítulos de Bonanza.

Eso que insinuó lo reafirmaría de inmediato. Sin ir más lejos, se llevó todos los elogios en The Tribe (1970). Un año después, tal vez anticipándose a lo que iba a venir, también el reconocimiento le llegó por su trabajo en The Persuaders!, donde se puso en la piel de un piloto de helicóptero. En 1973 se probó en la comedia cuando lo convocaron para The World’s Greatest Athlete, el producto de Disney.

Ese éxito cambiaría su vida, desde todo punto de vista. Si nos enfocamos en lo económico, ganaba 200 mil dólares por capítulo, una verdadera fortuna para aquellos años. Era el actor mejor pago de la industria. Pero a su vez, el suceso provocó que lo rodearan las amistades de ocasión, oportunistas. Fue en ese preciso momento en el que la droga ingresó a su vida. El consumo de alcohol también fue en ascenso. Un cóctel letal.

Un año antes se había distanciado de su pareja, Lisa Marie Chiafullo, pero en medio de un escándalo que incluyó denuncias por violencia de género. La Justicia lo declaró culpable y Vincent debió indemnizar a Lisa Marie con 374 mil dólares, y una vez más terminó en un centro de rehabilitación. En el mientras tanto participó en la película Red Line, en la que apareció con la cara hinchada y varios golpes que se intentaron disimular con maquillaje. La producción nunca realizó aclaración alguna, pero la prensa indicó que había quedado así luego de una de sus tantas peleas.

En el 2000 Jan-Michael tuvo otro desacato con la ley y eso le trajo nuevas consecuencias. Lo sentenciaron a 60 días de cárcel. Ni la fama lo salvó de ese paso. En 2008, ya sin trabajo en los medios porque la industria le dio la espalda, volvió a chocar con su auto; otra vez, el hospital. El colapso fue en 2012 cuando, producto de una infección, los médicos debieron amputar su pierna derecha. Desde entonces hasta el fin de sus días uso una prótesis que le costaba asimilar y por eso cotidianamente utilizaba una silla de ruedas.