En busca de la verdad
En busca de la verdad
El actor es una de las caras y voces más reconocibles de la Argentina, sin embargo, en una de sus primeras apariciones mediáticas se lo ve muy diferente.
Mucho antes de conquistar al público argentino con personajes memorables y convertirse en uno de los rostros más queridos del cine y la televisión nacional, Guillermo Francella comenzó su carrera artística en un lugar inesperado: la publicidad. A finales de la década del setenta, cuando apenas tenía 24 años, el actor dio sus primeros pasos frente a cámara protagonizando avisos comerciales, algunos de los cuales hoy son considerados verdaderas rarezas del archivo audiovisual argentino.
Corría el año 1979 y la televisión abierta reinaba como el principal medio de comunicación y entretenimiento en los hogares. En ese contexto, Francella comenzó a aparecer en campañas televisivas y gráficas de distintas marcas, muchas de ellas vinculadas al consumo masivo. Su carisma y naturalidad frente a la cámara no pasaron desapercibidos para las agencias de publicidad, que rápidamente lo eligieron para encabezar varias campañas.
Uno de los videos más llamativos de esa etapa fue el que realizó para "Cuadernos Campeón", una marca muy conocida entre estudiantes de la época. El comercial, que todavía puede encontrarse en archivos o plataformas digitales, tiene un detalle curioso: la voz del joven Francella fue doblada por otro actor. Este hecho, que en su momento pasó inadvertido, hoy genera sorpresa entre los seguidores del actor, acostumbrados a su inconfundible tono vocal.
Pero esa no fue su única incursión en la publicidad de aquellos años. También participó en avisos de productos de tocador y perfumería, como la recordada colonia Colbert, una fragancia masculina muy popular en aquel entonces. Si bien no todos los registros de esas piezas publicitarias han sobrevivido al paso del tiempo, se sabe que al menos cuatro campañas contaron con la presencia del joven actor en 1979.
Esas primeras experiencias le permitieron a Francella ganar soltura ante las cámaras, empezar a entender los ritmos del trabajo audiovisual y construir una presencia que, años más tarde, se consolidaría en la pantalla chica. Su transición hacia el teatro y la televisión fue natural. A mediados de los años '80, su nombre empezó a ganar reconocimiento con programas humorísticos como Los Extermineitors y La familia Benvenuto, que lo catapultaron al estrellato.
Aunque hoy se lo asocia con grandes películas, comedias taquilleras y personajes entrañables, ese inicio en el universo de la publicidad forma parte de su recorrido artístico y revela una faceta menos conocida de su historia. Es, además, un testimonio de cómo muchos actores de su generación encontraron en la publicidad un trampolín hacia carreras duraderas y populares.
La historia de Francella en la publicidad también refleja los cambios en la industria audiovisual argentina. En una época en la que los comerciales eran grabados en estudios rudimentarios, con pocos recursos y técnicas artesanales, cada aparición era una oportunidad de mostrar talento y capturar la atención de productores de cine y televisión. Y eso fue, precisamente, lo que logró Guillermo Francella.
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