La mediática estuvo todo el día al lado de su hijo Valentino quien fue intervenido en el Sanatorio Otamendi y por la noche, pudo volver a casa para un reencuentro especial.
Las últimas semanas han sido muy difíciles para Wanda Nara. Su separación de Mauro Icardi y el posterior blanqueo conL-Gante han desatado una batalla campal en el interior de la familia que por supuesto, está en boca de todos. Además, tanto ella como el futbolista han expuesto cada segundo de la conflictiva ruptura, lo que no ayudó a calmar los ánimos.
En el medio de todo este dilema y después de que Wanda tuviera que cancelar el viaje por trabajo a Tailandia, tuvo que afrontar una de las situaciones más difíciles que le puede tocar a una mamá: acompañar a Valentino, su hijo mayor, a una cirugía.
Si bien no trascendieron los motivos por los que el joven de 15 años entró al quirófano, Wanda subió algunas fotos desde la clínica, tomada de su mano primero, antes de entrar a quirófano y después en la cama con él. Por la noche, avisó que todo había salido bien, agradeció a los médicos y se fue a casa.
A lo largo de todo el día, Wanda mostró que el resto de los chicos había quedado al cuidado de Nora, su mamá y al volver después de una jornada agotadora, ella y sus nietos le habían preparado una picadita para que pudieran cenar todos juntos.
"Ya estamos en casa. Gracias por los mensajes, la operación fue muy bien", agregó Wanda mucho más tranquila que esa misma mañana.
Por estos días, Valentino se ha convertido en uno de sus sostenes principales. Si bien no deja de ser un niño, es el mayor de todos los hijos de Wanda y quizás el que más llega a dimensionar el alcance de todo lo que su mamá está viviendo. Hace unos días, publicó in mensaje de apoyo para ella, en clara señal de que está de su lado siempre.