Los comercios de ciudades de frontera de Misiones, Formosa, Jujuy, Salta y Mendoza ratificaron a LA NACION que la llegada de chilenos, paraguayos, uruguayos, brasileños y bolivianos es “una constante” hace un tiempo y que se “profundizó” en las últimas semanas por la diferencia cambiaria. En Tierra del Fuego, los chilenos básicamente hacen turismo que combinan con compras.

“En comparación con el guaraní o el real, nuestro peso no vale nada -dice Alejandro Haena, asesor de empresas e integrante de la Confederación Económica de Misiones-. Cada vez es más la gente que llega; no es que hacen 300 kilómetros para venir al supermercado. Ese movimiento se ve a diario en lugares como Puerto Iguazú o Bernardo de Yrigoyen, donde cruzan en minutos. En sus feriados, sí es general en toda la provincia y reactiva la gastronomía, el turismo”.

Cuenta que los visitantes “están siempre con la calculadora” y, por ejemplo, compran muchas bebidas alcohólicas que les resultan “muy baratas”. El real se revalorizó respecto del dólar (pasó de 5,50 a 5,10 en los últimos meses) y hoy –”la frontera es minuto a minuto”, advierten los comerciantes- el cambio es un real por $90.

El free shop de Iguazú tiene “muchísima gente; todos aprovechan que compran a dólar oficial y pueden pagar con tarjeta”, recuerda Haena y grafica que un par de zapatillas “cuesta la mitadque en un comercio de afuera”.

Misiones viene encabezando el ranking de venta de combustibles por persona en el país impulsada, básicamente, por los extranjeros. El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste, Faruk Jalaf, explica que siguen cruzando a cargar. Las naftas no premium cuestan 40% menos que en Brasil y Paraguay y 50% menos que en Uruguay.

“Se le vende una cantidad limitada, 20 litros -agrega-. Pero dan una vuelta y regresan. Nosotros tenemos retraso en el valor de los combustibles, en la actualización de impuestos y en el tipo de cambio; claramente les conviene cargar acá”.

Desde Orán (límite salteño con Bolivia), Ariel Zablouk, titular de la Cámara de Comercio e Industria, enfatiza que los vecinos “arrasan” con alimentos, productos de limpieza y perfumería y electrodomésticos. Hoy un peso boliviano equivale a $60.

“Nos activan el comercio, pero no hay mercadería que alcance; las empresas productoras no nos mandan la cantidad que pedimos”, indica Zablouk, quien menciona que los argentinos cruzan a comprar textiles y cubiertas. Una cubierta que en el mercado local se paga $120.000, con el “pasador” incluido, se paga entre $68.000 y $70.000.

Blas Gallardo, intendente de La Quiaca (Jujuy), ratifica que desde la Municipalidad habilitaron “muchos comercios nuevos” de propietarios que no son jujeñosporque es “constante” el flujo de bolivianos que “llegan a comprar de todos los rubros, ya que el tipo de cambio les súper conviene. Los comerciantes intentan satisfacer la demanda creciente que hay”.

El concepto de “provincia 25? surgió de un trabajo de Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, por el plus de recaudación que está teniendo sobre IIBB el comercio fronterizo.

Juan Manuel Gispert, director ejecutivo de la Federación Económica de Mendoza, directamente dice que hay “muchísimos” chilenos comprando en el microcentro de la ciudad. “En otras oportunidades el fenómeno era focalizado en gastronomía y turismo y en el actual contexto hay boom en los supermercados, incluso en mayoristas hay colectivos de excursión que vienen a hacer compras”.

Agrega que se ve, incluso, chilenos de un segmento social que no era el habitual entre los visitantes. “Hay videos circulando donde se los ve sorprendidos de los precios de los alimentos, que están mucho más baratos que en su país”, dice.

Turismo

Por el tipo de cambio conveniente, entre otras cosas, en el primer trimestre de este año la Argentina recibió 1,9 millones de visitantes extranjeros, que ingresaron unos US$ 1.550 millones, según cifras del Indec. En las calles de la ciudad de Buenos Aires ya es notable la presencia de brasileños, por ejemplo.

Claudia Fernández, presidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, señala que el turismo en la isla es el sector más impactado por los chilenos, que llegan a consumir gastronomía y servicios. En el caso de los alimentos,los precios locales les convienen, pero en rubros como calzado e indumentaria, cuenta con mucha oferta, variedad de marcas y buenos precios. Además, los del sur, tienen la zona franca de Punta Arenas con casi 0 de arancel de importación.