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Movimiento clave del mercado revela un fuerte cambio de estrategia con los bonos argentinos

La City mueve fichas con una maniobra en los bonos, tras el anuncio de la nueva estrategia para el dólar a partir del 2026 por parte del BCRA

Lunes, 22 de Diciembre de 2025

Detrás de cada movimiento de la City hay una relectura integral del escenario macro, impulsada por los cambios introducidos por el Banco Central -BCRA- y por la forma en que el mercado empieza a reinterpretar los riesgos de 2026.

En ese proceso, hay un movimiento silencioso, pero continuo en el mercado que muestra cómo los inversores planean posicionarse para el arranque del 2026: están desarmando -vendiendo- posiciones en algunos bonos para reubicarse en otros que hoy ofrecen una mejor relación retorno, duration-tiempo que tarda en pagar el bono- y paridad, aun dentro del mismo crédito soberano.

Cambio de estrategia tras anuncios del BCRA

Los últimos anuncios del BCRA marcaron el inicio formal de una nueva etapa de política monetaria y cambiaria.

Tanto el informe semanal de SBS como el último reporte de Parakeet Capital coinciden en que se trata de una recalibración sin ajuste, orientada a priorizar la estabilidad del mercado de pesos y la acumulación de reservas, aun a costa de resignar parte del rol del tipo de cambio como ancla nominal.

El punto central es el cambio en la regla de actualización de las bandas cambiarias, que dejarán atrás el crawling fijo del 1% mensual para pasar a ajustarse por inflación pasada (t-2). A eso se suma un programa explícito de compras de divisas, con intervención diaria en torno al 5% del volumen del mercado y sin esterilización sistemática, siempre que la expansión monetaria esté respaldada por una mayor demanda de dinero.

Este nuevo marco fue leído como una señal largamente esperada por el mercado, especialmente en lo que respecta a la acumulación de reservas.

Sin embargo, también abrió una discusión más fina sobre precios relativos, spreads y legislación dentro de la curva soberana.

El informe de Parakeet aporta una mirada más escéptica sobre algunos riesgos implícitos del nuevo esquema. Si bien reconoce que el ajuste de las bandas evita un atraso adicional en 2026, advierte que no compensa el atraso acumulado hasta ahora y que indexar el techo de la banda con un tipo de cambio que ya opera cerca de ese límite puede introducir un componente de mayor inercia inflacionaria.

Parakeet subraya que, al convertir el techo en una referencia móvil indexada, el FX puede quedar atrapado en una dinámica autorregresiva, especialmente en una economía donde los precios ajustan mirando inflación pasada. Aun así, la conclusión es que las autoridades parecen priorizar la estabilidad de la curva en pesos y del sector real, incluso aceptando cierto riesgo cambiario de corto plazo.

Este punto es clave para entender por qué el mercado empieza a discriminar con mayor fuerza entre tramos de la curva en dólares.

Desde SBS

El informe de SBS refuerza la idea de que, al menos por ahora, no hay desequilibrios monetarios evidentes. La base monetaria ronda el 4,6% del PIB y el M2 transaccional apenas supera el 5,7%, niveles históricamente bajos. Con una economía que, según el REM, podría crecer alrededor del 3,4% en 2026, la demanda de dinero tiene margen para expandirse sin generar tensiones inflacionarias inmediatas.

En ese contexto, el riesgo de un evento disruptivo en el corto plazo se reduce, pero no desaparece. Lo que cambia es la forma en que el mercado lo pricea. Ya no se trata de salir del riesgo argentino, sino de optimizar la exposición.

Por qué algunos bonos quedan en terreno negativo

Tras el rally posterior a los anuncios y a la compresión del riesgo país, varios bonos soberanos -especialmente los más largos y bajo ley extranjera- quedaron con spreads -diferencia de rendimiento- demasiado ajustados frente a sus pares de legislación local. El propio SBS señala que el diferencial de rendimiento entre GD30 y AL30, por ejemplo, se mantiene por encima de los 250 pbs (2,5%), un nivel que invita a pensar en rotaciones desde ley Nueva York hacia ley argentina de cara a los próximos pagos.

Sin embargo, en los tramos más largos de la curva, la suba de precio fue tan marcada que el premio adicional por duration empieza a ser mínimo, sobre todo en un mundo donde las tasas internacionales siguen siendo una fuente de volatilidad.

Ahí es donde muchos inversores institucionales empiezan a vender. No porque el escenario base sea negativo, sino porque el ratio riesgo-retorno ya no justifica mantener posiciones tan largas cuando hay alternativas más eficientes.

El foco vuelve al tramo corto

La contracara de esa salida es el creciente interés por los bonos cortos, especialmente los Bonares. El informe de Facimex resulta clave para entender esta dinámica. Según sus cálculos, los spreads por legislación en el tramo corto siguen sorprendentemente altos, aun después de la suba generalizada de precios.

Tomando precios MEP, el diferencial entre AL29 y GD29 ronda los 224 puntos básicos, mientras que entre AL30 y GD30 se ubica cerca de 201 puntos. Para Facimex, esos niveles no son consistentes con un escenario de mayor previsibilidad macro y con un programa de reservas en marcha.

En concreto, la lectura de Facimex sugiere desarmar posiciones en GD29 y GD30 -donde el spread por legislación ya luce comprimido- y comprar AL29 y AL30, que todavía ofrecen un diferencial elevado para un escenario de mayor previsibilidad macro. El objetivo no es asumir más riesgo, sino capturar la convergencia de spreads

Swap, duration y paridades

Más allá de la legislación, la City está afinando la lupa sobre duration y paridades. Facimex detecta valor en estrategias de swap dentro del tramo soberano ley local, vendiendo bonos como BPOB8 o AN29 para posicionarse en AL30.

Y es que, en algunos casos, se obtiene un pick-up de rendimiento; en otros, se resignan apenas unos pocos puntos básicos, pero a cambio se reduce duration de manera significativa y se entra en bonos con paridades más bajas. En un contexto donde el riesgo crediticio entre Tesoro y BCRA no muestra diferencias sustanciales, ese trade-off resulta atractivo.

Además, el AL30 permite recuperar una porción mucho mayor de la inversión bajo el actual mandato, algo que no pasa con otros bonos cortos, donde los recuperos proyectados son sensiblemente menores.

El mensaje implícito del mercado

La combinación de los informes de SBS, Parakeet y Facimex deja un mensaje bastante claro. El mercado empieza a validar el nuevo esquema monetario, pero lo hace con cautela.

Parakeet advierte que los niveles actuales de tasas en pesos no son consistentes con un tipo de cambio que opera cerca del techo de la banda, lo que pone un límite al atractivo del carry trade hacia 2026.

Eso, indirectamente, refuerza el atractivo relativo de los bonos en dólares de corta duration, donde el inversor reduce exposición a errores de política o desvíos del tipo de cambio.

Es una rotación defensiva

La City no está huyendo del riesgo argentino. Por el contrario, tanto SBS como Parakeet mantienen una visión constructiva sobre la deuda soberana. El primero incluso sostiene que aún hay margen para que el riesgo país converja hacia la zona de 400-500 pbs si el programa económico se sostiene.

Lo que se observa es una rotación defensiva e inteligente, que busca maximizar eficiencia en un escenario que, si bien mejoró, sigue siendo frágil. En lugar de apostar todo al largo plazo, los inversores prefieren hoy capturar valor en tramos donde los spreads siguen desalineados y la visibilidad es mayor.

A esto se suma la expectativa de aprobación del Presupuesto 2026 y los avances en reformas estructurales. Para SBS, ese paso es clave para recuperar plenamente el acceso al mercado internacional bajo ley extranjera.

Hasta que eso ocurra, la preferencia por instrumentos ley local seguirá teniendo sentido.

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Es un vaivén político y emocional, que va de la euforia a la tristeza o a la decepción.