La autoridad monetaria estadounidense aplicó la tercera baja al hilo de la tasa de referencia, que quedó en el rango de 3,50% a 3,75%. Las consecuencias para las finanzas nacionales.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) concluyó este miércoles la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el órgano integrado por los principales responsables de la política monetaria estadounidense, en la que se decidió un nuevo ajuste a la baja de la tasa de interés de referencia.
La Fed decidió reducir nuevamente los tipos de interés en un cuarto de punto, sumando así el tercer descenso consecutivo. La medida reflejó posiciones divergentes dentro del organismo: algunos integrantes evaluaron que no correspondía modificar los porcentajes, mientras que otros plantearon la necesidad de un recorte más pronunciado.
Tras esta reducción, la tasa de referencia pasa a ubicarse en el rango de 3,50% a 3,75%. La decisión responde, según explicaron los miembros del FOMC, a los aumentos moderados de la tasa de desempleo y el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Desde Research for Traders mencionaron que con este ajuste, los costos de financiamiento alcanzan su nivel más bajo desde 2022. A la vez, apuntaron que el Comité "se mantuvo dividido, con tres miembros votando nuevamente en contra del recorte, algo que no sucedía desde septiembre de 2019?.
"Por su parte, el dot plot confirmó que las proyecciones de la Fed no cambiaron frente a septiembre y continúan contemplando un solo recorte adicional de 25 pb en 2026, previo a la convergencia de la tasa hacia su nivel de largo plazo, cerca del 3%", sumaron.
El recorte aplicado por la Reserva Federal podría beneficiar a la Argentina, que busca comprimir el riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos para reingresar a los mercados internacionales de deuda, tras anunciar la emisión de un bono en dólares en el ámbito local por primera vez en casi 8 años.
En consecuencia, tanto bonos como acciones tienden a apreciarse, aunque la reacción de los mercados suele depender del motivo detrás de la decisión y de las expectativas anunciadas. Si bien los activos argentinos responden a factores económicos y políticos internos, un aumento en los flujos de capital internacional puede destinarse a alternativas con calificativo de mayor riesgo.
Con políticas de tasas más bajas en la Reserva Federal, los países emergentes ven favorecida su capacidad para reestructurar o refinanciar deudas emitidas en moneda extranjera. Esto llega en un momento clave de la Argentina, que aspira a reinsertarse en el mercado voluntario de deuda en el exterior para cumplir con los vencimientos por más de USD 4.200 millones en enero de 2026.
"Los indicadores disponibles sugieren que la actividad económica se ha expandido a un ritmo moderado. La creación de empleo se ha desacelerado este año y la tasa de desempleo ha aumentado ligeramente hasta septiembre. Los indicadores más recientes son consistentes con esta evolución. La inflación ha aumentado desde principios de año y se mantiene algo elevada", remarcaron las autoridades del Comité Federal de Mercado Abierto.
De esta manera, la autoridad monetaria estadounidense busca alcanzar el máximo empleo y una dinámica inflacionaria que se acomode en torno al 2% anual a largo plazo. Bajo la óptica de sus integrantes, la incertidumbre sobre las perspectivas económicas "sigue siendo elevada" y los "riesgos a la baja para el empleo aumentaron en los últimos meses".
Con el propósito de respaldar sus metas y ante el nuevo escenario de riesgos, el Comité resolvió recortar el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 0,25 puntos porcentuales, estableciéndolo entre 3,5% y 3,75%. Al definir la magnitud y el momento de futuros movimientos sobre la tasa, la Reserva Federal analizará cuidadosamente la información disponible, los cambios en el panorama económico y la relación de riesgos.
Al mismo tiempo, la definición de la política monetaria se ajustará en función del impacto de los datos recientes en las perspectivas económicas. De esta manera, la Fed anunció que podría modificar el curso de su política si se presentan factores que amenacen alcanzar sus metas. Para ello, tendrán en cuenta numerosos indicadores, entre ellos la situación del mercado laboral, las tendencias inflacionarias, las expectativas respecto a la inflación, así como variables financieras y del entorno internacional.
La decisión de política monetaria contó con el respaldo de Jerome H. Powell (presidente), John C. Williams (vicepresidente), Michael S. Barr, Michelle W. Bowman, Susan M. Collins, Lisa D. Cook, Philip N. Jefferson, Alberto G. Musalem y Christopher J. Waller. En desacuerdo estuvieron Stephen I. Miran, que propuso una baja de medio punto porcentual en el rango objetivo de la tasa de fondos federales, y Austan D. Goolsbee junto a Jeffrey R. Schmid, quienes optaban por dejar sin cambios dicho rango en esta reunión. Fuente: Infobae