Economía & Negocios

Proyectan que Argentina podría duplicar su capacidad de energía solar en cinco años aprovechando su ventaja en litio

SolarPower Europe estima que Argentina alcanzaría 4,3 GW para 2029, con el impulso del RIGI y su posición como cuarto productor mundial de litio

Viernes, 29 de Agosto de 2025

Un nuevo informe de la organización europea SolarPower Europe proyectó que Argentina podría alcanzar los 3,5 GW de capacidad solar acumulada en 2028 y 4,3 GW en 2029, lo que equivaldría a más que duplicar los actuales 1,9 GW instalados en el país. El estudio, elaborado en colaboración con la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), identificó una combinación de factores que impulsan este crecimiento potencial: las reformas del gobierno de Javier Milei, la reducción de costos tecnológicos y la ventaja competitiva única de Argentina como cuarto productor mundial de litio.

El documento Solar Investment Opportunities: Latin America analizó las perspectivas de cinco países de la región y destacó que Argentina presenta "oportunidades a gran escala debido a sus vastos territorios, excelente irradiancia y políticas ambiciosas de transición energética". La proyección de crecimiento del 120% en cinco años se basa en el impulso de varios elementos convergentes que están creando condiciones favorables para la inversión en el sector.

Según los datos oficiales de CAMMESA, el operador del sistema eléctrico nacional, Argentina instaló 307 MW de nueva capacidad solar en 2024, llevando el total acumulado a 1,9 GW en mayo de 2025. La energía solar representa actualmente el 3,9% de la capacidad instalada del país, mientras que las renovables en conjunto cubren el 16,3% de la demanda eléctrica.

Las reformas que impulsan la inversión

El gobierno de Milei lanzó el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios fiscales, estabilidad regulatoria y procedimientos simplificados para proyectos de gran escala. Esta medida se enmarca en una agenda más amplia de desregulación que culminó con la sanción de la Ley de Bases en junio de 2024, orientada a atraer capital extranjero y mejorar las condiciones del mercado energético.

"La administración busca crear un entorno estable y eficiente para atraer inversión privada y fomentar el crecimiento a largo plazo", señala el informe sobre el impacto de las reformas estructurales. El gobierno estima que las inversiones en el sector energético podrían alcanzar hasta 15.000 millones de dólares en 2025.

Los resultados de estas políticas ya se reflejan en las licitaciones recientes. La convocatoria de Generación Renovable RenMDI de 2023 asignó 501,1 MW fotovoltaicos distribuidos en 44 proyectos, que fueron adjudicados a 18 desarrolladores locales con contratos de 15 años. Los precios ofertados oscilaron entre 56,8 y 146 dólares por MWh, según la ubicación y características técnicas de cada proyecto.

Más recientemente, la Secretaría de Energía abrió en febrero una licitación para 500 MW de proyectos de almacenamiento con baterías en el área metropolitana de Buenos Aires, con el objetivo de instalar el primer sistema de esta escala en el país. Las ofertas fueron recibidas en junio y su evaluación estaba prevista para julio de 2025.

La ventaja estratégica del litio argentino

Argentina posee las cuartas mayores reservas de litio del mundo, un mineral fundamental para las baterías que almacenan energía solar. Esta posición estratégica representa una ventaja competitiva única que ningún otro país de la región puede ofrecer en la misma escala.

"El potencial del país como cuarto productor mundial de litio facilita la expansión de sistemas de almacenamiento vinculados a la energía solar", destaca el documento de SolarPower Europe. Esta combinación permite no solo desarrollar proyectos solares, sino también integrar sistemas de almacenamiento que resuelven el problema de la intermitencia, uno de los principales desafíos técnicos de esta tecnología.

El informe identifica que "la energía solar puede utilizarse para producir hidrógeno renovable, que tiene un alto potencial tanto para exportación como para uso doméstico". Esta diversificación de aplicaciones amplía las oportunidades de negocio y convierte a Argentina en un potencial hub regional de energías limpias.

Los datos oficiales muestran que el país estableció en su Plan Nacional de Transición Energética a 2030 una meta del 50% de participación de las energías renovables en la matriz eléctrica, junto con 1 GW de generación distribuida y la construcción de 5.000 km de nuevas líneas de transmisión en alta tensión.

Los desafíos que persisten

Sin embargo, el informe también identifica obstáculos significativos que podrían frenar este crecimiento proyectado. La infraestructura de transmisión obsoleta representa el principal cuello de botella, ya que la capacidad limitada de la red dificulta que los nuevos proyectos obtengan acceso a las líneas de transmisión.

"A pesar de las políticas que promueven la generación solar distribuida y a gran escala, la tasa de instalación anual sigue siendo baja debido principalmente a la infraestructura de transmisión obsoleta y limitada", advierte el documento. En diciembre de 2023, el presidente Milei declaró una emergencia en los sectores de transmisión y distribución eléctrica debido a estos problemas estructurales.

Los riesgos macroeconómicos también representan un desafío importante. "La alta inflación, las fluctuaciones cambiarias y la incertidumbre económica complican la planificación a largo plazo, desalientan las inversiones y aumentan el costo del capital", señala el estudio. La economía argentina se contrajo un 1,7% en 2024 debido a una recesión provocada por la inflación descontrolada y los desequilibrios fiscales.

El acceso al financiamiento constituye otro obstáculo, especialmente para desarrolladores locales más pequeños. El informe recomienda "facilitar el acceso a préstamos concesionales, garantías o asociaciones público-privadas" para superar las barreras de capital.

Entre las recomendaciones principales, SolarPower Europe sugiere implementar un marco regulatorio estable a largo plazo, simplificar los procesos de permisos, realizar proyecciones adecuadas de demanda energética y mejorar la infraestructura de transmisión y distribución. También destaca la importancia de desarrollar instrumentos de mitigación de riesgos cambiarios para atraer inversión extranjera.

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