En una medida que ha generado controversia en el sector financiero, el Gobierno ha anunciado un aumento de 5,5 puntos porcentuales en los encajes bancarios, elevando el total de depósitos inmovilizados en el Banco Central al 53,5%, uno de los niveles más altos en las últimas tres décadas. La medida, que entró en vigor hoy y el próximo lunes, se produce justo antes de la licitación de bonos programada para este miércoles, que las entidades deberán integrar en sus encajes.

El objetivo principal de esta iniciativa es incentivar a los bancos a adquirir bonos del Tesoro a plazos más largos, en un contexto donde el Gobierno enfrenta dificultades para renovar $ 13,7 billones que vencen esta semana. La nueva normativa incrementa en 2 puntos los encajes de depósitos a la vista y en 3,5 puntos los encajes remunerados, que podrán integrarse con bonos a más de 60 días.

Sin embargo, la medida ha sido recibida con descontento por parte de las entidades financieras, que argumentan que les afecta negativamente. Los bancos sostienen que esta nueva regulación restringe aún más su capacidad de operar y otorgar créditos.

La situación está siendo monitoreada de cerca, ya que podría cambiar rápidamente en función de la respuesta del mercado y las negociaciones entre el Gobierno y el sector bancario.