Economía & Negocios Lo celebra Milei

Argentina afuera de un doloroso podio: ya no está entre los países con más inflación de mundo

Con una inflación interanual del 39,4% en junio, el país cayó al sexto lugar en el ranking mundial, detrás de Venezuela, Sudán, Zimbabwe, Palestina y Burundi. El FMI proyecta una mayor desaceleración para fin de año.

Martes, 22 de Julio de 2025

Por primera vez en años, Argentina logró salir del podio de los países con mayor inflación del mundo. Según los datos oficiales publicados por el INDEC, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una suba interanual del 39,4% en junio de 2025, marcando un fuerte retroceso respecto del 263,4% interanual registrado en julio de 2024.

Este nuevo nivel, aunque aún elevado en términos históricos, deja al país en el sexto puesto del ranking global de inflación, por debajo de:

  • Venezuela (172%)
  • Sudán (113%)
  • Zimbabwe (92,5%)
  • Palestina (51,4%)
  • Burundi (45,5%)
  • Argentina (39,4%)

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina podría cerrar el año con una inflación anual del 35,9%, lo que ubicaría al país en el octavo lugar del ranking mundial, compartiendo posición con Turquía.

La mejora se da en el marco de una política monetaria más contractiva que comenzó a implementarse en el segundo trimestre de 2024. Pese al avance, las dudas persisten: la presión cambiaria, con un dólar oficial que rozó los $1.300, y la cercanía de las elecciones podrían alterar la tendencia.

En otros países, la inflación sigue fuera de control:

  • Venezuela lidera el ranking con un 172% interanual y una proyección del 180% para el cierre de 2025.
  • Sudán, sumido en un conflicto armado, alcanza el 113%.
  • Zimbabwe mantiene niveles cercanos al 100% pese a sucesivas reformas.
  • Palestina y Burundi completan el listado con tasas superiores al 45%.

En América Latina, además de Venezuela y Argentina, solo Bolivia aparece en el top 20 de inflación esperada, con un preocupante 15,1% proyectado para fin de año. El país andino enfrenta un deterioro macroeconómico asociado al agotamiento de reservas, subsidios insostenibles y desconfianza en el tipo de cambio.

A pesar de la desaceleración, el desafío en Argentina sigue siendo doble: sostener el sendero de baja de precios y evitar sobresaltos políticos y financieros que puedan revertir la tendencia. Alcanzar una inflación de un solo dígito anual sigue siendo, por ahora, una meta lejana, pero menos utópica que en los años anteriores.