Las operaciones realizadas por el Tesoro Nacional convalidan ciertas cotizaciones y alejan la idea de una fuerte caída de la divisa
El ministro Luis Caputo ya realizó tres operaciones que implican captación de dólares y las hizo a precios muy superiores al piso de la banda de flotación que él mismo estableció en el esquema cambiario. En el mencionado piso, al cual la cotización del dólar aún no ha logrado descender, el Banco Central estaría habilitado para comprar divisas con el objetivo de que el precio no caiga más y, a la vez, reforzar las reservas.
Los tipos de cambio que convalidó Caputo en las tres operaciones para captar divisas fueron:
$1.148 en la primera licitación del Bonte 2030, con la obtuvo u$s1.000 millones.
$1.185,5 en la segunda licitación del Bonte 2030, con la que adquirió u$s500 millones.
Entre $1.165 y $1.170 en la compra de dólares por "bloque" que realizó el Tesoro con fondos sobrantes de licitaciones de deuda en pesos.
El equipo de research de Aurum Valores calcula que el promedio ponderado por cantidades comparadas en estas tres operaciones daría un valor de alrededor de $1.160, lo que implica un precio aproximadamente 20% por encima de lo que sería el piso de la banda de flotación, hoy en torno a los $970 por la actualización que establece el esquema cambiario.
El bróker de bolsa coincide con otros operadores del mercado en que la decisión de Caputo de adquirir divisas a esos niveles, muy superiores al piso de la banda de flotación, deja en evidencia (o reconfirma) que ya el ministro considera que la probabilidad de que el tipo de cambio caiga hasta los mínimos establecidos es muy baja, lo que lo motiva a avanzar con operaciones dentro de la banda.
Las cotizaciones a las que Caputo hizo las operaciones y el promedio ponderado de éstas es un dato relevante porque ayuda a alinear expectativas respecto a los niveles que el Gobierno considera adecuados para el tipo de cambio, lo que puede influir en el mercado al establecer cotizaciones de referencia y aleja aún más la idea de que pueden llegar a caer hasta el piso de la banda de flotación.
De hecho, en el último mes, el mercado no convalidó bajas nominales en el tipo de cambio y estuvo operando no muy alejado del promedio ponderado de las tres operaciones que realizó Caputo. El viernes pasado, con sólo una jornada por delante para terminar junio, el oficial mayorista quedó en $1.189, casi sin variación respecto a los $1.188 en los que arrancó el mes.
"¿Qué se espera del tipo de cambio en adelante? En principio, la flexibilidad del actual esquema cambiario permite que no se acumulen fuertes expectativas de devaluación que amenacen romper una paridad cambiaria o un crawl del dólar. El valor de la divisa simplemente se ajusta frente a la demanda", afirman los analistas de GMA Capital.
Sin embargo, de acuerdo con el bróker de inversión, en base a la operatoria de los bonos CER y dólar link, podría estimarse que el tipo de cambio proyectado por el mercado financiero para mediados del próximo año se ubica aproximadamente en $1.315. Es decir, poco más de 10% por encima de los niveles actuales.
"Esto implicaría una expectativa devaluación real frente al dólar del 10%. De todos modos, lo cierto es que este nivel para nada refleja una crisis cambiaria. Por el contrario, representaría ubicarse a niveles de hoy en el 70% de la banda cambiaria, ni siquiera testeando el techo de ésta", resaltan.
Lo anterior reflejaría que el mercado financiero confía en que, aún después de las elecciones legislativas de este año, fundamentales para establecer expectativas y despejar incertidumbres políticas, la cotización del dólar se encontraría relativamente controlada, por lo que no registraría grandes subas en el plazo de un año, teniendo en cuenta el desempeño de los bonos mencionados.
En ese sentido, el analista financiero Salvador Di Stefano desaconseja enfáticamente la compra de moneda estadounidense como método de inversión para apostar a un eventual salto o aceleración devaluatoria más adelante. Esta estrategia, sostiene, es ineficaz ante un modelo económico como el que está llevando adelante el presidente Javier Milei.
El analista sostiene que el país hizo una transición de una economía cerrada con alta inflación y alta devaluación (con el gobierno anterior) a una economía abierta con baja inflación y baja devaluación (con el gobierno actual). Afirma que el modelo actual impulsa tasas de interés positivas en términos reales, lo que le quita atractivo al dólar y genera más demanda en inversiones en pesos a largo plazo.
Sin embargo, con una mirada hacia el corto y mediano plazo, cabe recordar que pronto empezará a mermar el ingreso de dólares al mercado oficial de cambios por parte del sector agroexportador, correspondientes a la cosecha gruesa, lo que podría ejercer presiones alcistas sobre los precios de la divisa si por otro lado no se incrementa la oferta y la demanda se mantiene o aumenta.
Además, en la medida en que se acerquen las elecciones legislativas, primero en la provincia de Buenos Aires, en septiembre, y luego las nacionales, en octubre, los inversores y ahorristas podrían incrementar la demanda de dólares a modo de protección hasta que se aclare el panorama político que quedará después de los comicios, lo que ejercería presiones alcistas sobre las cotizaciones de la divisa.
Los mandatarios provinciales presentarán un proyecto de ley para modificar la distribución del Impuesto a los Combustibles Líquidos y los Aportes del Tesoro Nacional. Mañana habrá una reunión clave. En paralelo, crece la preocupación por la salida de los dólares.