A cuatro meses de haber pasado nuevamente a manos privadas, IMPSA activó un plan de reestructuración de su deuda por u$s576 millones. La histórica metalúrgica mendocina presentó ante la Justicia un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) con sus principales acreedores, en el que propuso extender todos los pagos hasta 2044. Bajo este nuevo esquema, los desembolsos de capital comenzarán recién en diciembre de 2036 y se dividirán en nueve cuotas anuales iguales.

La estrategia forma parte de un rediseño financiero impulsado por el fondo estadounidense ARC Energy, que tomó el control de la empresa en febrero, convirtiéndola en la primera privatización del gobierno de Javier Milei.La propuesta, que fue presentada ante el Segundo Juzgado Concursal de Mendoza, plantea un canje de deuda por nuevos títulos en dólares, sin quitas de capital y con intereses moderados. La tasa será del 1,5% anual, considerablemente inferior a los niveles actuales del mercado. Hasta 2027, los intereses se capitalizarán. Entre 2028 y 2032, se pagará la mitad en efectivo y el resto se sumará al capital. A partir de 2033, el pago será 100% en efectivo.

"El objetivo es mejorar el perfil financiero y liberar capacidad operativa para sostener el crecimiento", señalaron desde la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional de Valores.

Entre los acreedores se encuentran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la CAF, Export Development Canadá, y bancos como el Nación, el BICE, el Provincia, el Hipotecario y el Bradesco, además del grupo Moneta y bonistas privados. Solo con el Banco Nación, IMPSA mantiene un pasivo superior a los $14.000 millones.

La propuesta será votada por los tenedores en asamblea, pero ya fue consensuada con los principales actores financieros para asegurar un tratamiento uniforme y evitar litigios.

Fuente: Ámbito