El Gobierno monitoreó cómo se movió el nuevo bono que puede ayudar a cumplir las metas de reservas. Podrían volver a sondear al mercado
Comenzó a operar el BONTE 2030 con bastante demanda y mucho interés de parte de los Fondos Comunes de Inversión por el nuevo bono. El rendimiento del título, inversamente proporcional al precio, bajó del casi 32% al 27%. Esto es una buena noticia (y deseada) por el Gobierno porque Luis Caputo buscará colocar más títulos similares si necesita dólares para cumplir (o acercarse) con la meta de reservas del FMI que se aplazaron para finales de julio. Este miércoles ingresaron los US$ 1.000 millones colocados la semana pasada.
La estrategia oficial fue pagar más a los inversores por este bono para asegurarse una potencial demanda cuando saliera a cotizar y mostrarlo como un éxito. Además, porque se descuenta que será la primera de una seguidilla de colocaciones de deuda similares. "En su debut en BYMA cerró bien por encima de la banda superior (para el vencimiento) pero con un retorno equivalente a 10% en dólares por encima de dicha banda versus 12% de la colocación de Economía que quedaría mejor parado para próximas colocaciones lo que contribuye a tranquilidad en el tipo de cambio", sostuvo Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras.
El instrumento podrá ser utilizado para una de las maniobras preferidas de la City, en medio de la calma cambiaria que se proyecta.
En la misma línea, la consultora OJF&A dijo que puede esperarse una caída de los rendimientos de estos títulos (es decir, una suba de su precio) si las condiciones macroeconómicas continúan mejorando, "y eso será una señal para facilitar más colocaciones en un futuro". "En este sentido, la licitación mostró que hay apetito por deuda local, ya que las ofertas recibidas fueron de unos US$ 1.700 millones. Es probable que el Gobierno haya priorizado el éxito de la colocación a intentar forzar una tasa más baja", explica.
Para la consultora 1816, el debut de los nuevos BONTES en el mercado secundario y su desempeño podría dar indicios sobre la factibilidad de volver a probar el mercado con instrumentos similares, como fue el caso en 2016. En ese entonces, recuerdan, con el mercado de deuda en dólares ya abierto hacía seis meses, el país emitió US$ 9.000 millones de bonos en pesos (alrededor de 75% de ellos suscriptos con dólares) en un lapso de dos semanas. El que los emitió fue el mismo Luis Caputo. ¿Repetirá?
El Presidente confirmó que vetará la medida aprobada en Diputados, en caso de que se convierta en ley. El mandatario ratificó su compromiso con el "déficit cero".
En la misma línea, Juan Manuel Pazos, economista jefe de One618 (la compañía que surgió de la fusión de Consultatio con TPCG), sostuvo que "esta emisión es solo la primera de una serie de operaciones similares". "El Gobierno está permitiendo que los acreedores ganen una cantidad sustancial de dinero con esta emisión, con la esperanza de que esto los incite a realizar colocaciones posteriores. Después de todo, si se espera introducir un nuevo producto en el mercado y enganchar a los consumidores, se puede permitir regalar la primera dosis", afirma Pazos.
De hecho, calcula que la rentabilidad total en pesos argentinos por mantener un BONTE30 hasta finales de año podría alcanzar el 62%, impulsada por un carry trade del 17% y una ganancia neta del 46% en el precio. "Incluso considerando el costo de cubrir completamente la posición hasta finales de año para convertirla en una operación puramente de tasas, el tenedor del bono obtendría una rentabilidad total en dólares superior al 30%", advierte.
Para la consultora de Orlando Ferreres, o sea OJF&A, lo más importante de volver a emitir es que el Gobierno necesita del mercado global para facilitar la administración de la deuda pública. "Si bien no hay dudas sobre la capacidad de pago de los vencimientos de corto plazo, dado que el programa cuenta con un importante respaldo financiero por parte del FMI y otros organismos, así como un superávit primario en las cuentas públicas, poder refinanciar los pagos es clave para el ordenamiento de los vencimientos de la deuda", afirma.
La protagonista cursó materias de nivel avanzado desde la etapa media, participó en programas de matrícula doble en centros técnicos y universidades estatales, y combinó su formación con labores comunitarias y actividades extracurriculares