El economista Fernando Marull analizó el nivel de inflación, la nueva emisión de bonos y la dispar recuperación económica en un diálogo con El Observador 107.9.
El economista Fernando Marull brindó una entrevista en El Observador 107.9, durante la cual analizó la situación económica actual de Argentina. Desde el estudio de la emisora, explicó los últimos datos de inflación, el impacto del regreso a los mercados internacionales tras siete años y cómo se comporta la actividad económica en diferentes sectores. Marull brindó un panorama completo y, aunque reconoció señales alentadoras, advirtió sobre las desigualdades sectoriales y la necesidad de mantener el control fiscal para sostener la recuperación.
Marull destacó que los datos semanales de inflación vienen perfilando un número estable, "un poquito más arriba o menos de dos por ciento, con un promedio que está en torno al 1,96%". Señaló que "alimentos estuvo muy tranquilo en mayo, abajo de 2%" y que, aunque algunas tarifas como prepagas, luz o gas están por encima del 2%, "la nafta bajó 4%, lo que tiró para abajo el índice".
Esta estabilidad en precios se da en un contexto donde el dólar oficial se mantiene estable cerca del punto medio de la banda, entre 1150 y 1160 pesos. "Después de casi 45 días de movimiento, el dólar se estabilizó, y la inflación también vino estable en torno al 2%," afirmó Marull. En caso de que esta tendencia se mantenga, pronosticó que "junio podría arrancar con una inflación de alrededor del 1,8 o 1,7%, que es una muy buena perspectiva".
Al profundizar sobre la cantidad de pesos en circulación, Marull explicó que en los últimos años "la maquinita estaba prendida, tiraba pesos todos los días, como una canilla abierta en una bañera que rebalsó", pero que ahora el Gobierno apagó esa emisión excesiva. "El exceso de pesos se va limpiando y la demanda de pesos vuelve porque la inflación baja y la actividad se reactiva". A esto agregó un dato clave: "El Gobierno está dando señales claras de que no va a emitir más pesos, que hay que arreglarse con lo que hay, porque tiene superávit fiscal y retira pesos de la economía".
Esta combinación, según Marull, es una señal "muy buena para el mediano y largo plazo para bajar la inflación, porque la emisión fue gran parte del problema que nos llevó a la hiperinflación en 2023".
Sobre la reciente vuelta al financiamiento externo, Marull destacó que "Argentina volvió a los mercados internacionales después de 7 años" con un bono que captó 1.000 millones de dólares a 5 años y una tasa cercana al 29% anual. Esto representa "una alternativa para acumular reservas sin que el dólar oficial tenga que llegar a 1.000 pesos," como indica el esquema actual de bandas cambiarias.
"El Banco Central ahora puede ir acumulando reservas más tranquilo, incluso con el dólar en torno a 1.150 pesos," explicó. Esto "abre una ventana para quienes estaban preocupados porque no veían acumulación de reservas, ya que ahora el Central puede comprar dólares y reforzar las reservas sin esperar al piso de 1.000 pesos".
En cuanto al riesgo país, Marull comentó que "está bajando y la actividad económica está reactivándose, aunque con diferencias por sector". Explicó que la emisión del bono y la confianza del mercado internacional "demuestran que hay apetito por Argentina y que el inversor extranjero está volviendo después de años de estar afuera".
Consultado sobre las declaraciones de algunos sectores políticos que advierten sobre la falta de dólares para fin de año, Marull respondió que "no hay ninguna señal de un 'cisne negro' que se avecine en lo económico". Recordó que en estos últimos siete años el único financista externo fue el Fondo Monetario Internacional, que ya prestó unos 20.000 millones de dólares y esos fondos permanecen "guardados, no se han vendido aún, y probablemente no se vendan si la economía llega bien a las elecciones".
"Ahora tenemos esta ventana abierta con los inversores que vuelven a confiar en Argentina y que trajeron 1.000 millones para el bono reciente," concluyó.
Marull describió el rebote económico como "a dos velocidades". Por un lado, hay sectores que "la están pasando muy bien", como "concesionarios, bienes durables, minería, vaca muerta", todos beneficiados por la recuperación del salario privado y la disponibilidad de crédito.
Por otro lado, sectores como el turismo, supermercados, la construcción y el sector público "aún no se recuperaron del todo y están por debajo de la inflación". En particular, sobre la construcción explicó que "fue una especie de caja de ahorro durante 2022 y 2023, donde se quemaban pesos rápido por la inflación, pero ahora para construir hay que estar realmente decidido y contar con los fondos, lo que hace que el ritmo sea más lento".
En resumen, Marull indicó que "la economía en promedio rebotó rápido, pero esta recuperación no es pareja", lo que obliga a "estar atentos a los sectores más vulnerables para que no se queden atrás".