El economista habló de impuestos, precios, reservas y cultura de la sociedad en una larga charla con Luis Majul en El Observador 107.9
Claudio Zuchovicki fue entrevistado por Luis Majul en El Observador 107.9 y habló en detalle sobre el panorama económico actual: desde la inflación y la microeconomía hasta los impuestos, el rol del consumidor, las retenciones al campo y la gestión de las reservas internacionales, dejando un mensaje claro sobre la necesidad de un cambio cultural profundo para que el país pueda crecer sostenidamente.
Zuchovicki abrió la charla señalando que "lo interesante es que ahora estamos debatiendo temas nuevos, la microeconomía, la economía para adentro, para ser más eficientes". En ese sentido, explicó que antes el foco estaba en variables como el dólar, la brecha cambiaria o la inflación, donde la preocupación era "la defensa de valor, es decir, cómo cuidás el dinero en un contexto de alta inflación y volatilidad financiera".
"El cambio de eje es que ahora discutimos cosas como cómo un medio de comunicación hace para que el oyente lo elija, qué música pone, qué columnistas tiene, en vez de hablar solo de la macro," sostuvo. Para él, esto marca "un avance porque estás tratando de competir con la oferta y la calidad".
Respecto a los precios locales, que están entre los más caros de la región, Zuchovicki recordó que Argentina tiene algunos de los productos más caros de la región, si no del mundo, en categorías clave como autos, indumentaria y alimentos frescos o procesados. "Antes, para proteger a la industria local había un privilegio, una suerte de subsidio indirecto que pagaba el consumidor con precios más caros," señaló, "y ahora la mirada cambió: el consumidor es el privilegiado, y hay que bajar impuestos para que consiga el producto más barato posible".
Consultado sobre qué impuestos reduciría primero para alivianar los precios, fue contundente: "Bajaría el impuesto al débito y crédito bancario", pero aclaró que el gobierno "tiene que elegir porque no puede perder el superávit fiscal". En este punto, explicó que bajar impuestos es una discusión social con ganadores y perdedores, dado que "en cada sector habrá alguien que le bajen primero los impuestos y otros que esperen".
Al abordar el sistema tributario, Zuchovicki criticó la vigencia del impuesto a los ingresos brutos, "uno de los más injustos y controvertidos, pero que tienen la mayoría de las provincias". Explicó que la Argentina tendría que volver a un esquema federal "más parecido a lo que tenía en el siglo XIX con Alberdi", donde las provincias recaudan y luego coparticipan con la nación para los servicios públicos nacionales como salud, seguridad y educación. "De esa manera, cada empresario puede elegir dónde instalarse, en una competencia real entre provincias."
El economista dedicó un largo tramo a explicar que la solución para Argentina no pasa solo por medidas económicas, sino por un cambio cultural que mejore la productividad y el trabajo diario. "La transformación económica se dará por educación y cultura, como fue en los tiempos de Sarmiento", remarcó.
Para graficar esta idea, contó una anécdota que le dio Juan Carlos de Pablo: "Un abuelo alemán que todos los días le compraba un caramelo al nieto, un día compró 50 para repartir en el cumpleaños y nadie se alteró. En cambio, en Argentina, cuando un abuelo pide 50 caramelos, el kiosquero se asusta y piensa 'va a haber devaluación', llama al proveedor para que le mande más y ahí arranca el problema".
"Ese ejemplo refleja que culturalmente tenemos que corregirnos, porque la especulación y la desconfianza frenan la economía," explicó Zuchovicki, y añadió que el cambio será largo, pero fundamental.
En relación al campo, un sector que suele ser foco de polémicas, el economista defendió su rol: "Las retenciones son las más altas del mundo y fueron un abuso ponerlas, pero el campo genera muchísimo empleo directo e indirecto, desde la tecnología de las semillas hasta la minería y el transporte". Recordó que la preocupación más importante de los productores es el clima, no el gobierno, porque "la sequía o la lluvia pueden arruinar todo".
En cuanto a las reservas internacionales, Zuchovicki explicó que el contexto cambió: "Antes las reservas se usaban para intervenir y controlar el tipo de cambio, ahora con un dólar flotante no hay tanta intervención y es mejor tener reservas que no tenerlas".
Aclaró que la recomposición de reservas depende de bajar el riesgo país, refinanciar deuda y conseguir que ingresen dólares a través de emisiones de bonos. "Si se baja el riesgo país a 500 puntos básicos o menos, los inversores entran y así se engrosan las reservas".
Respecto a la gestión del Banco Central y los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, Zuchovicki evitó hacer pronósticos firmes pero comentó: "Mientras haya superávit fiscal y dólar flotante, no hay necesidad de usar reservas para frenar el tipo de cambio. La discusión ahora es cómo generar confianza para que el dinero circule".
Sobre las medidas para sacar los dólares "del colchón", dijo que "se está entendiendo a medias", y advirtió que la confianza no se impone por decreto, sino que hay que construirla. Explicó que las nuevas normativas buscan "sacar regulaciones y facilitar que quien tenga ahorros pueda usarlos sin tantas trabas, algo similar a lo que pasa en Estados Unidos".
Este "liberar la economía" ayudaría a que las pymes y productores usen sus propios recursos para invertir en vez de endeudarse con tasas altas, lo que favorece la circulación del dinero y el crecimiento.
Zuchovicki cerró la entrevista con una mirada optimista pero realista, recordando que "Argentina tiene un proceso complejo, pero con educación, cultura y decisiones acertadas puede salir adelante".