La denominación "Centroamérica" no es la única que ha ostentado, y su significado actual va más allá de lo puramente geográfico.
La región que hoy conocemos como Centroamérica, conformada por Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, ha tenido una rica historia de nombres, influenciados por eventos políticos, conflictos armados y la búsqueda de unidad. La denominación "Centroamérica" no es la única que ha ostentado, y su significado actual va más allá de lo puramente geográfico.
Previo a la llegada de los españoles en 1519, gran parte de la zona formaba parte de Mesoamérica, una región cultural que se extendía desde el sur de México hasta Costa Rica. Durante la colonia, el territorio integró la Capitanía General de Guatemala (también conocida como Reino de Guatemala), que abarcaba Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, dos provincias panameñas y el estado mexicano de Chiapas. Aunque teóricamente dependiente del Virreinato de la Nueva España, la Capitanía General operaba de manera casi autónoma.
La Independencia y los Primeros Nombres Tras la independencia de España en 1821, la región fue brevemente anexada al Primer Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide. En 1823, tras la caída del emperador, los territorios del sureste se independizaron y adoptaron el nombre oficial de Provincias Unidas de América Central. También se le conoció como Estados Unidos de Centroamérica, evocando al vecino del norte.
El territorio se concebía como una sola nación. En 1824, la Asamblea Nacional promulgó una nueva constitución y la región pasó a llamarse República Federal de Centro América. Sin embargo, esta unión duró solo 14 años. Nicaragua se separó en 1838, seguida por El Salvador, Honduras y Costa Rica. Este período estuvo marcado por guerras civiles e intentos fallidos de mantener la unidad. Surgieron nombres como Confederación de Centroamérica (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y Federación de Centroamérica (sin Guatemala). A finales del siglo XIX, Honduras, Nicaragua y El Salvador formaron la Gran República de Centroamérica (o República Mayor de Centroamérica). Un último intento de federación se produjo entre 1921 y 1922 con El Salvador, Guatemala y Honduras.
No existe un decreto oficial que establezca "Centroamérica" como nombre oficial. Sin embargo, el término ha acompañado a la región desde su independencia, enfatizando su posición como el "corazón de América." Santiago Bastos, académico de Ciesas, señala que el uso del nombre como señal de identidad se afianzó en el siglo XX. La independencia de Panamá en 1903 y su búsqueda de integración regional, así como la influencia de Estados Unidos (interesado en la construcción del Canal de Panamá), fueron factores clave.
La denominación "Centroamérica" se popularizó en el siglo XX. Se cree que la traducción al inglés, "Central America," influyó en su adopción. Los esfuerzos de integración posteriores incluyeron el nombre, como el Mercado Común Centroamericano (1960) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) en 1991. Las iniciativas de paz de los años 80, lideradas por Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Costa Rica, para poner fin a las guerras civiles, consolidaron aún más la identidad centroamericana.
En resumen, el nombre "Centroamérica" es el resultado de un largo proceso histórico, marcado por la búsqueda de unidad, conflictos internos y la influencia de factores externos. Más que una simple designación geográfica, el término evoca una historia compartida y una identidad regional en constante evolución.
La BBC ha podido corroborar el testimonio de Radalj con varios ex presos que estuvieron entre rejas en la misma época que él.